Andalucía

2017 ya es el peor año de la década en incendios forestales de Andalucía

El saldo final de superficie quemada supera la barrera de las 15.000 hectáreas

Vista del paraje El Guijarro del término municipal de La Granada de Riotinto
Vista del paraje El Guijarro del término municipal de La Granada de Riotintolarazon

El saldo final de superficie quemada supera la barrera de las 15.000 hectáreas

Las 15.000 hectáreas de arbolado y matorral que han ardido en lo que va de año en Andalucía confirman a 2017 como el peor año de la última década en materia de incendios forestales, según los datos provisionales del Plan Infoca analizados por la Agencia Efe.

Hasta el 27 de agosto -último dato facilitado por el Infoca- habían ardido en Andalucía 11.082,6 hectáreas forestales, cifra que ya supera la barrera de las 15.000 hectáreas al sumar las 3.852 que han ardido este fin de semana en La Granada de Riotinto (Huelva), según la medición por satélite, dato similar a las 4.000 hectáreas adelantadas ayer por el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal.

Además de este siniestro, los recientes fuegos de Minas de Riotinto (Huelva); Almadén de la Plata y Cazalla de la Sierra (Sevilla); Benahavís (Málaga) y Los Guájares (Granada) no están contabilizados en el balance del 27 de agosto, ya que no estaban extinguidos ese día, por lo que el saldo final de superficie quemada supera la barrera de las 15.000 hectáreas.

Esta superficie calcinada supera ampliamente las 12.681 hectáreas quemadas durante todo el 2015, catalogado hasta ahora como el peor año de la década en cuanto a incendios forestales de Andalucía.

La superficie calcinada en lo que va de 2017 quintuplica las 3.634 hectáreas quemadas el año pasado y triplica la superficie media quemada en la última década, cifrada en 5.895 hectáreas, según las estadísticas del Plan Infoca analizadas por Efe.

El efecto devastador del fuego en lo que va de año se evidencia tanto en el número de actuaciones desarrolladas por el Infoca como en el de incendios contabilizados al superar la hectárea de extensión.

Cuando aún queda pendiente todo el otoño, ya se han contabilizado en Andalucía 646 actuaciones forestales, cifra muy superior a las 567 de todo el 2016 y que se acerca a la media anual de la década, cifrada en 812,3 hectáreas.

De estas actuaciones, 147 se habían catalogado como incendios forestales hasta el 27 de agosto, cifra que supera a los 111 incendios de todo el 2016 y a la media anual de la última década, que es de 162,7 siniestros.

Además de la cantidad y extensión de los incendios forestales sufridos en lo que va de año en Andalucía, 2017 destaca también por la calidad de la superficie forestal calcinada, pues la mayor parte del arbolado y pastizal quemados pertenecía a valiosos espacios protegidos.

El incendio de las Peñuelas, el más grave de los registrados en lo que va de año, calcinó unas 10.000 hectáreas de las que casi 7.000 pertenecían al Espacio Natural de Doñana y una veintena al Paraje Natural Laguna de Palos y Las Madres.

Algunas valoraciones oficiales iniciales matizaron el valor ecológico de lo quemado y adujeron que se trataba de pinar de repoblación, pero posteriores evaluaciones científicas confirmaron que la superficie quemada albergaba una de las últimas poblaciones de lince ibérico de Doñana, así como valiosas plantas endémicas, entre ellas, la Linaria tursica, la mitad de cuyos ejemplares de todo el mundo se concentraba en la superficie calcinada.

Un informe de SEO BirdLife censó en 70 las especies de aves afectadas por este siniestro, así como 38 de mamíferos y otras 40 especies de plantas amenazadas o de interés.

Otro fuego, el declarado el 4 de agosto cerca de la localidad jiennense de Segura de la Sierra, calcinó otras 600 hectáreas de gran valor ecológico, dentro del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

Los incendios desatados del pasado fin de semana al norte de las provincias de Huelva y de Sevilla han acabado, igualmente, con medio millar de hectáreas de los parques naturales de la las Sierras de Aracena y Picos de Aroche y de la Sierra Norte, respectivamente, que conservaban, entre otras especies, valiosos ejemplares centenarios de encinas y alcornoques.