Celta de Vigo
A falta de matador, Iborra
Un triplete en 45 minutos del delantero que «se inventó» Emery le dio al Sevilla la victoria en Vigo, ante un Celta que tuvo ocasiones en el primer tiempo pero que se desmoronó al final
Un triplete en 45 minutos del delantero que «se inventó» Emery le dio al Sevilla la victoria en Vigo, ante un Celta que tuvo ocasiones en el primer tiempo pero que se desmoronó al final
El Sevilla de Jorge Sampaoli quiere ser protagonista esta temporada en todas las competiciones. En la Liga, también. Tras su triunfo ante el Celta, que llevaba ganados sus cinco últimos partidos en casa, se sitúa a un punto del Barcelona de Messi y sus socios. Y sigue por delante del Atlético de Madrid de Simeone, el espejo en el que se miran todos los aspirantes a grandes. Probablemente, el marcador cosechado en Vigo sea más contundente de lo que dictó el césped. Ocurre que la solvencia es marca de la casa nervionense desde hace tiempo. Igual no brilla el juego pero a la que se puede, el siete está garantizado. Ayer, se llevó a su casa el balón firmado Vicente Iborra, autor de su primer triplete como profesional pese a haber jugado sólo la segunda mitad. Entre los muchos bienes de su fastuosa herencia, Emery dejó la conversión del valenciano en un goleador solvente. Gracias otra vez, don Unai.
Más o menos bajo dicha dinámica se desarrolló el partido. El Sevilla se plantó en Vigo con un once bonito, repleto de calidad. Nasri creando, N’Zonzi iniciando la jugada, por supuesto Vitolo, aunque menos brillante que de costumbre... Antes del choque, comenzó a correr un aire de optimismo claramente cimentado en los resultados anteriores. El Sevilla le cogió rápido la onda al encuentro. El Mudo Vázquez gozó de un mano a mano cuyo tiro, escorado, detuvo Rubén. Diez minutos después, fue Ben Yedder quien falló una clarísima ocasión. Eran los minutos de clínic de Nasri, que puso de gol a sus compañeros cuando quiso. Faltó colmillo en el remate de su compatriota. Requería la jugada un tiro seco con todo. Ben Yedder intentó una picadita que se encontró con la mano del portero.
El Celta se veía en apuros. Tan sólo asustó en un remate de cabeza de Iago Aspas que paró perfectamente Sergio Rico. El remate, picado, salió demasiado centrado y ello posibilitó la parada del portero. El centro de Pione Sisto fue medido. Se cantó el gol en Balaídos, igual que tras una magnífica acción del exsevillista, que está que se sale, quien asistió a Orellana tras dejar seco a Pareja con un recorte. Por suerte, el remate acrobático del chileno se fue alto. Quedó claro en la primera parte, en la que también hay que contabilizar un remate de cabeza al larguero de N’Zonzi, que la pelea por la posesión del balón sería feroz. Ganó en la primera parte el Sevilla, que únicamente pagaba su falta de gol, su escaso poderío en el área rival.
Por tal camino tuvieron que ir los pensamientos de Sampaoli en el descanso. Retiró del campo a Pareja, aquejado de un problema de rodilla, e introdujo a Iborra. Además de contención, el valenciano aporta gol, peligro a balón parado. Dicho y hecho. Nada más comenzar el segundo tiempo, córner a favor del Sevilla y gol del gigante, que pareció rematar entre niños un centro muy tocado de Sarabia. Ese gol tenía mucho peso, pues obligaba al Celta a estirarse más, con todos los metros a favor del Sevilla para correr.
No obstante, el equipo del Toto Berizzo lo intentó, apretó lo suyo. Metió en el área al Sevilla, que podía lamentar algunas de las ocasiones falladas. No hubo nada por lo que llorar, pues una arrancada de Vitolo, más entonado cuando tuvo espacios, dejó solo a Iborra ante Rubén, que definió a placer y cerró el partido. Fue el típico gol de un centrocampista reconvertido a delantero, como bien olisqueó Emery cuando buscaba el juego directo y matar por físico a los rivales. Iborra era el hombre del partido, por encima de Nasri, el imperial Rami... Por encima de todos. Al Celta no le quedó otra que bajar los brazos. Apenas dispuso de ocasiones reales durante el segundo tiempo. Un tiro de Orellana que el propio Iborra desvió con la cabeza y dejó a Sergio Rico helado. Los centros, los intentos de regate y los pases interiores fueron interceptados por la defensa del Sevilla, que se empleó a fondo en dicha tarea cuando tocó.
Una virtud de Sampaoli es su flexibilidad. Cuando el rival se venía encima con dos arietes y dos extremos venenosos como Orellana y Bongonda, llegó ese cambio defensivo, bendito tic conservador en contra de los discursos impostados: Kolo al campo por Franco Vázquez. Una prueba del estado de ánimo de este Sevilla es que el defensa francés, que ha mostrado su deseo de irse, se empleó a fondo y dio muy buenos minutos cuando más apretaban los gallegos.
Hacia el final del partido, aún quedaba el premio simbólico para Iborra. Un claro penalti cometido sobre Correa sirvió para que el mediocentro, después de un debate entre sus compañeros en el área, tomara el balón y la pusiera cerca de la escuadra. Con total merecimiento, se llevaba el balón a casa. Iborra firmó una victoria fuera de las que hacían falta. No es cualquier campo Balaídos y ganar 0-3 al Celta es un golpear la mesa con fuerza. Tiene poca delantera el Sevilla, no encuentra un jugador específico que le resuelva los partidos. Sampaoli va tapando como puede tan grave tara, que tendrá que ser corregida en enero. A falta de un killer, Vicente Iborra, uno de los jugadores que mejor representa los valores de este pujante Sevilla.
Ficha técnica:
RC Celta: Rubén; Roncaglia, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Chelo Díaz, Wass (Bongonda, min 73); Tucu Hernández, Orellana, Sisto (Guidetti, min 66) y Aspas.
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Pareja (Iborra, min 46), Mercado; N’Zonzi; Vitolo, Nasri, Vázquez (Kolo, min 76), Sarabia; y Ben Yedder (Correa, min 81).
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (navarro). Amonestó a Aspas, Mariano, Vázquez, Vitolo, Tucu Hernández, y Guidetti. Goles: 0-1 (min 50): Iborra. 0-2 (min 84): Iborra. 0-3 (min 92): Iborra, de penalti.
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