Almería, mucho másque sol y playa

La oferta de turismo rural es una de las más fuertes de la provincia de Almería, basada en la diversidad de paisajes, relieves y reservas naturales. Aquéllos a los que no les gusta demasiado la playa o quieren experimentar en sus vacaciones sensaciones distintas, tienen un amplio abanico de sierras y parques naturales a los que acudir como Sierra Nevada o el Parque Natural de Sierra María-Los Vélez. Unos paisajes que, por su vegetación y su fauna, incitan a la práctica de actividades de turismo activo. Si se deciden por el interior de Almería, podrán disfrutar del encanto de los pueblos blancos, de la tranquilidad que impera en ellos y de las costumbres y tradiciones de su gente, de la que destaca su carácter hospitalario y su trato agradable. Las poblaciones y núcleos pesqueros se le antojarán al visitante como estampas del pasado. Y para quienes gusten de contrastes fuertes, una visita a la zona desértica de Tabernas resulta ideal. Para disfrutar de todas estas posibilidades, la provincia ofrece diversidad de alojamientos que se adaptan a todas las características y los gustos de los visitantes.

Un espacio donde la montaña y el mar se dan la mano es el Cabo de Gata-Níjar, el espacio protegido de mayor superficie y relevancia ecológica de todo el mar Mediterráneo.

Su interés turístico radica en su gran variedad de recursos de interés científico, didáctico y divulgativo, así como su facilidad de acceso, permitiendo su observación y estudio. Tal es su riqueza ecológica que cuenta con numerosos grados de protección, como Reserva de la Biosfera, Zona de Importancia Internacional para las Aves Acuáticas, Lugar de Interés Comunitario, Zona de Especial Protección para las Aves y Zona de Especial Protección de Importancia para el Mediterráneo.

En octubre de 2001 pasó a formar parte de la Red de Geoparques de la Unesco, con la finalidad de proteger su geodiversidad, promover el patrimonio geológico hacia el público en general, así como apoyar el desarrollo económico sostenible del territorio, principalmente a través del turismo.

Como destino turístico, el Cabo de Gata-Níjar cuenta con amplios recursos para disfrutar del sol, el mar y la naturaleza. Sus playas suponen una opción imprescindible cuando se visita la provincia. Calas escondidas entre las formaciones rocosas y playas amplias de arena clara como la de los Genoveses o Mónsul. Pequeños oasis en un lugar privilegiado, ideales para disfrutar del mar, tomar un baño o practicar deportes acuáticos.

Pero el verdadero encanto de este lugar se encuentra en sus pueblos, que nacen entre las formaciones montañosas. San José de Níjar es el centro turístico del parque por excelencia. Dispone de una gran variedad de servicios: hoteles, hostales, albergues, casas, apartamentos, restaurantes, centros de buceo... La localidad está muy cerca de las playas vírgenes más atractivas del entorno. El municipio de Carboneras está situado fuera de la protección del parque, pero no sus alrededores. Justo enfrente se encuentra la isla de San Andrés, considerado como monumento natural de Andalucía. Pero si tenemos que acercarnos una pequeña población con encanto, ésa es Rodalquilar. Se trata de un poblado de origen minero situado en un valle de inusual belleza, cerro en forma circular por montes y lomas mineras, ya sin actividad. Actualmente, es la capital administrativa del parque. Dispone de numerosos servicios de alojamiento y restaurantes, por lo que la visita resulta de lo más cómoda y amena.