Sevilla

Banquete literario

Banquete literario
Banquete literariolarazon

Los cuentos nacen de la imaginación; las bibliotecas escolares, de la generosidad de niños y el trabajo de padres y maestros. Así ha ocurrido en el colegio Huerta de Santa Marina de Sevilla. Podían haberse detenido a protestar por los recortes y elaborar una larga lista con las carencias de un centro que abrió como solución de urgencia hace ocho años y finalmente se quedó para responder a la gran demanda de la zona. De hecho, cada miércoles, el personal protagoniza su «mareílla» verde cuando suena el timbre de salida. Están contra los recortes en la educación pero como un fin, no como excusa para la desidia. La pérdida de medios y compañeros ha espoleado a toda la comunidad educativa a trabajar juntos en sus pequeñas metas.

El año pasado se estableció la apertura de la biblioteca, «La huerta de los libros», como una prioridad. Tenían espacio –«no el mejor, porque hay que compartirlo como aula y para actividades extraescolares», aclara Carmen, la maestra sobre la que han recaído las tareas de coordinación– y empezaron la «recolecta» de libros. Los niños rebuscaron en las estanterías de casa; el colegio logró un préstamo indefinido de la Biblioteca Nacional y donaciones de la provincial Infanta Elena; un grupo de padres –encabezados por Yolanda, «cedida» a tiempo completo a la organización para el estreno de ayer– dispuso tiempo y trabajo para la ingente labor de catalogación de los fondos en la antigua cocina del centro. Unos tres mil, «pocos», en opinión de Carmen, aunque se felicita por algunos «tesoros» de consulta conseguidos.

«La lucha ahora es que sea de utilidad pedagógica, que fomente la lectura y no se convierta en un almacén de cosas sobrantes», augura. Más, teniendo en cuenta que no disponen de personal específico: cada docente se responsabiliza de su grupo y en los recreos tres madres se turnarán para asegurar su funcionamiento. De nada sirve en esas circunstancias apelar a la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación: «Corresponde a las administraciones educativas dotar a los centros públicos de los medios materiales y humanos necesarios», reza; y sólo un artículo después dicta que «los centros de enseñanza dispondrán de una biblioteca escolar». En el antiguo Padre Manjón se dieron por aludidos y ayer fue una fiesta de cuentos, con presentación de novedades, «stands» y maestros, alumnos y padres unidos por y para la educación... a pesar de la Administración.