Andalucía
C’s lanza un órdago al no aclarar la Junta si bajará impuestos
La rebaja del IRPF forma parte del acuerdo de investidura de Díaz
La bajada del tramo autonómico del IRPF entre un 2 y un 3,5 por ciento para las clases medias y bajas es uno de los 72 puntos del acuerdo programático entre PSOE y Ciudadanos que posibilitó a Susana Díaz ser investida presidenta en mayo. Sin embargo, la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, condiciona la bajada impositiva a un horizonte tan poco preciso como «el momento en el que el Gobierno perciba con fuerza la recuperación económica». Y que este descenso no afecte ni a la recaudación ni a la prestación de servicios básicos.
En el bloque sobre bajada de impuestos sólo intervinieron la consejera del ramo y el PP, que llevó este asunto a la comisión parlamentaria de Hacienda. Ciudadanos respondió a través de un comunicado. Si no se cumple el compromiso de bajada del tramo autonómico del IRPF no apoyarán los presupuestos, señaló el diputado de Ciudadanos Carlos Hernández. «Ya es hora de que el Gobierno andaluz empiece a mirar por la clase media trabajadora, que es la que está soportando esta crisis y haga un esfuerzo en material fiscal», argumentó.
El calendario presupuestario aprieta. La fecha tope para la presentación de las cuentas es el 31 de octubre. La Junta recibió en julio los datos de entregas a cuenta del Gobierno y aunque aún está pendiente de negociar con Madrid la regla de gasto, tiene todos los elementos para la elaboración de las primeras cuentas que saldrán del horno con una coyuntura económica claramente favorable. No lo es tanto la coyuntura política. Todos los partidos tienen un ojo puesto en las elecciones generales.
Montero negó al PP la mayor. Y es que exista una «brecha fiscal», como denuncia el PP y apoya con cifras, entre Andalucía y el resto de comunidades. «Andalucía no tiene una mayor presión fiscal que el conjunto de España. En términos de recaudación por habitante, en Andalucía es de 831 euros mientras que la media nacional es de 1.122».
Hay otros informes, como el que recordó el diputado del PP José Antonio Miranda del Registro de Asesores Fiscales que apuntan sin embargo a que Andalucía y Cataluña son las regiones en las que se pagan más impuestos. Un dato libre de interpretación es que en Andalucía el techo impositivo de los más ricos, en cuanto a IRPF, roza el 50 por ciento y el de las rentas bajas, el 22. La Junta no dice que no vaya a bajar impuestos, y todo apunta a que es muy probable que se produzca teniendo en cuenta el escenario más expansivo, lo que evita es concretar la bajada. Tampoco sería de extrañar que, como ha ocurrido con otras medidas estrella como la devolución de las pagas a los funcionarios, sea la propia presidenta la que se reserve el golpe de efecto. «La bajada irá acompasada con el ciclo económico y sin poner en entredicho la prestación de servicios sociales. Será cuando la situación económica lo permita». Hasta aquí pudo leer ayer la consejera de Hacienda. No obstante, Montero señaló que además de tocar el IRPF se podrían tomar otras medidas comprometidas electoralmente como el reembolso a transportistas por el impuesto de hidrocarburos.
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