«De la confluencia de la calle, a la electoral»

Unidos Podemos, en su versión andaluza, echa a andar. El discreto (en aforo) Teatro Távora, feudo de IU en Sevilla, acogió ayer el primer acto de la precampaña con los líderes andaluces de las dos formaciones, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, en el que la primera agradeció la «generosidad» de su aliado en el objetivo de tener «un Gobierno al servicio de la gente». Y el segundo, para no ser menos, endulzó el encuentro afirmando que «quizá estemos hoy –por ayer– escribiendo una página brillante de la historia de Andalucía», o de su futuro. La aparente buena acogida tendrá que traducirse en semanas muy intensas en las que «habrá que llenar las plazas de Andalucía de actos como éste y que se desborden», anunció Rodríguez, quien aplaudió el discurso con el que Maíllo sintentizó la simbiosis de ambas formaciones de cara al 26J: «Queremos dar un salto de la confluencia de la calle a la confluencia electoral».

Se trata, en definifiva, de activar el modo «#AndalucíaGana» a través del contacto directo con la sociedad –los protagonistas salieron a la calle en una segunda parte del acto para dirigirse a quienes no habían logrado asiento en el teatro– porque, según Maíllo, «desde las élites económicas van a intentar acallar nuestro discurso». Y, por supuesto, vencer a enemigos comunes: «El PP tiene la esperanza de que la gente no vaya a votar. Pensemos en grande y resistamos a los ataques».

«Ellos saben que podemos ganar –prosiguió Rodríguez– y nos van a dar con todo». «Para la elite del PSOE no son importantes las políticas ni cambiar. Susana Díaz está a la cabeza de esa elite. No quiere un gobierno anti PP». Si Unidos Podemos logra movilizar un millón de votos en Andalucía –los 250.000 de IU no sirvieron para obtener ni un diputado– ,como sucedería si se repitiesen los resultados del 20 de diciembre, el margen de ventaja del PSOE de Díaz se vería significativamente reducido. El hándicap principal puede ser la abstención.