Andalucía

Deuda regional: Del FLA a los mercados

La Razón
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Parece que las comunidades autónomas, o más exactamente, casi todas, van a volver a financiar sus excesos de gasto en los mercados financieros en lugar de acudiendo al mecanismo del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). La medida no es la primera vez que se anuncia (con bastante eco mediático por cierto) pero ahora ha adquirido mayor notoriedad al hacerse en boca del nuevo presidente de la Nación, Pedro Sánchez.

La crisis económica y, principalmente, la elevada prima de riesgo española hacía en 2011 extraordinariamente caro colocar deuda pública regional en los mercados financieros. Sólo la deuda soberana española era capaz de encontrar compradores que nos prestasen el dinero aunque también a tipos de interés muy altos sobre todo cuando se trataba de pedir para devolver a medio y largo plazo. Es en ese momento cuando el Ministerio de Hacienda creó el Fondo de Liquidez Autonómico como verdadero pulmón financiero para las haciendas regionales a cambio de someterse a un control más directo de sus para todas aquellas regiones que se financiaran acudiendo a este fondo.

Actualmente la deuda total de las Autonomías suma 289.675 millones de euros, un 24,9 por ciento del total de la deuda pública española. La mayor parte de la deuda regional corresponde a Cataluña -77.478 millones- seguida a notable distancia de Valencia (45.433), Andalucía (34.140) y Madrid (33.489).

Decíamos que el anuncio de financiarse emitiendo deuda regional en los mercados financieros no es nuevo. La propia presidenta de Andalucía anunció a final de febrero de este año que quería conseguir 1.000 millones de euros a través de los mercados. De hecho, ya en 2017 Andalucía volvió a colocar deuda pública a través de esta vía si bien con dos características; la deuda pública fue a corto plazo y la cantidad emitida fue muy reducida. La deuda pública a corto plazo es la más fácil de colocar de todas pues el riesgo que se asume por parte de quien la compra o presta el dinero (que es lo mismo) es muy reducido. En 2017, la deuda pública emitida lo fue en forma de pagarés y tenía que devolverse como muy pronto a los tres meses y como muy tarde en dieciocho. Los lotes más cuantiosos estuvieron en torno a los 20 millones de euros. Para poner esta cantidad en perspectiva basta saber que en la subasta del Tesoro español celebrada el pasado 10 de julio se adjudicaron más de 6.300 millones sólo en Letras con vencimiento a doce meses. En definitiva, la vuelta a la financiación en los mercados de la Hacienda autonómica ha sido mínima.

¿Qué se necesita para que la financiación vía mercados reemplace al Fondo de Liquidez Autonómica? Pues que las agencias de calificación de riesgo mejoren la nota de la deuda regional que aún sigue en niveles de bono basura aunque mejorando. Para ser precisos, las calificaciones vigentes son de «Baa2 Perspectiva estable» según Moody’s, «BBB+ Perspectiva estable» en opinión de Standard and Poors y «BBB- Perspectiva estable» según Fitch. Por cierto que pese a todas las críticas recibidas por el papel que las agencias de calificación de riesgo en la creación de la burbuja inmobiliaria, hoy siguen siendo las mismas «tres hermanas» las que dominan el mercado de calificación internacional de la deuda. La Unión Europea ha sido incapaz de crear una agencia propia libre de sospechas a pesar de sus repetidos anuncios.

Prueba de lo anterior son los tipos de interés marginales a los que la deuda pública española se coloca frente a los tipos de interés que se aplican a la deuda autonómica. Así, si tomamos como ejemplo las letras a nueve meses emitidas por el Tesoro en agosto de 2017 y las emitidas por la Junta de Andalucía con el mismo vencimiento y en el mismo periodo, resulta que el tipo de interés marginal fue mucho más reducido para la deuda soberana española (mejor calificada) que para la deuda regional, -0.4 % frente a -0-013%.

En definitiva, el FLA está llamado a desaparecer y a ser sustituido por la financiación a través de los mercados pero esto no se producirá ni de forma inmediata ni para todas las regiones a la vez. Desde luego Cataluña y Valencia mantendrán durante mucho tiempo una dependencia directa del FLA o de un mecanismo similar; Andalucía también aunque no por un periodo tan largo.

*José Manuel Cansino es profesor de la Universidad de Sevilla y de la Universidad Autónoma de Chile