Sevilla

Día en blanco en el juicio de los ERE que se suspende una semana por la convalecencia de Vallejo

Vista de la Sala de la Audiencia sevillana, momentos antes de la suspensión del juicio
Vista de la Sala de la Audiencia sevillana, momentos antes de la suspensión del juiciolarazon

El fin de la «macrocausa» de los ERE llegará un día como otros, pero tardará. En el primer juicio de la misma los plazos se dilatan cuando no por un motivo, por otro. Ayer fue la enfermedad de uno de los 22 investigados, del ex titular de Innovación Francisco Vallejo, la que provocó la suspensión de la vista oral de la pieza centrada en el sistema por el que se repartió el dinero público, e impidió que la ex ministra Magdalena Álvarez dejara sus palabras en la Sala. El ex consejero se sintió indispuesto la semana pasada en el juzgado y acabó siendo intervenido quirúrgicamente por laparoscopia el miércoles en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Su abogada, Encarnación Molino, informó al tribunal, arrancada la sesión, de la incomparecencia de su cliente por convalecencia y pidió que se suspendiera el juicio, agarrada a un informe del cirujano que lo intervino y a que sin su presencia no se le garantizaba el derecho de defensa.

El presidente del tribunal, Juan Antonio Calle, decidió que el médico forense de guardia examinara la documentación aportada y dictaminara si Vallejo estaba o no incapacitado para acudir o visionar las sesiones a distancia. Lo hizo y se posicionó a favor de que el encausado pudiera estar en Sala, aunque no declarara de momento, lo que dio lugar a una secuencia en la que arreció la tensión entre el presidente y Molino, quien no rehuyó la pelea. La letrada sostuvo que esa decisión generaba «absoluta indefensión» y que entendía que se estaba «imponiendo un trato inhumano a un señor». Calle replicó que no admitía ya «más discusiones», frase que le repitió hasta en cuatro ocasiones. «Considera que su cliente tiene que estar aquí, avísele para que venga inmediatamente para reanudar el juicio», la instó. La abogada insistió en que Vallejo no podía ir y el magistrado le contestó: «Tenemos un informe del médico forense y eso es a lo que se atiene el tribunal, con arreglo a él, puede venir» y volvió a conminarla a que lo llamara. Molino apuntó entonces que impugnaba el informe del perito y el presidente le trasladó que ya constaban eso y su protesta. «Le he llamado ya», medio balbuceó la abogada para acabar con un: «Está enfermo. No es discutir, el planteamiento de esta defensa es claro, no puede venir». «Vamos a ver, ésa es la interpretación que hace la defensa, la que le vale al tribunal es la del médico forense», recalcó Peña visiblemente molesto. En ese punto, el representante de Manos Limpias propuso que se elaborara un nuevo informe «con visita directamente» a Vallejo, dada las opiniones médicas contradictorias, opción que aceptó el tribunal.

Tras la revisión a domicilio en la que se constataron «dolores abdominales» y varias interrupciones, Molino solicitó el aplazamiento del juicio hasta el próximo lunes 26. La Audiencia lo decretó a eso de las 15:00 horas. La Fiscalía, que no se opuso, hizo constar un apercibimiento a los acusados: los que se ausenten sin «causa justa» podrán ser incluso hasta detenidos. Un día vacío de contenido.