Eficiencia en la formación

La abrupta reducción del dinero para cursos de formación está obligando a los dos principales sindicatos de clase y a la patronal a acometer importantes ajustes, además de tener que aprobar expedientes de regulación de empleo. CC OO-A, UGT-A y CEA-A, los tres firmantes el miércoles del pacto económico con la Junta, han sido los principales receptores de estos fondos, que no han llegado, sin embargo, a otros sindicatos. El injusto reparto ha provocado, no obstante, una importante sentencia del Tribunal Supremo que le dio la razón a CSIF. La concertación debería de haber sido sólo cosa de tres. Más allá de este aspecto, el volumen de dinero destinado para formación ha estado, como muchas otras cosas de la etapa de vacas gordas, sobredimensionado. Si se hubieran invertido bien estas partidas para cursos, probablemente Andalucía tendría una de las sociedades más formadas de Europa. Y no es así. Además de los cursos de formación canalizados a través de CC OO, UGT y CEA, la Junta ha inyectado partidas millonarias para formación a través del Servicio Andaluz de Empleo. La evaluación del resultado se ha descuidado de forma flagrante. Lo dice un duro informe de la Cámara de Cuentas que debería estar en manos de la Fiscalía. Este informe, relativo a las ayudas para fomento al empleo en 2009, detectó irregularidades en todas las líneas implementadas. En total, 420 millones de euros. Y ponía el acento en la falta de control sobre los éxitos laborales o la correcta ejecución de las partidas. La hoja de ruta debe ser otra. Hay que invertir menos en formación y de forma más eficiente. El problema es que hay trabajadores de sindicatos y patronal que se quedan en la calle.