El grupo de trabajo sobre financiación muestra fisuras

¿De qué sirve un grupo de trabajo en el Parlamento de Andalucía si las conclusiones finales no pueden llevarse a cabo porque el pacto debe alcanzarse entre el Gobierno y el resto de las comunidades autónomas? Eso es lo que está sucediendo sobre el debate de la financiación autonómica.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, inició el curso político en agosto reclamando a Rajoy que acelerara la aprobación del nuevo modelo de financiación autonómica. El problema es que esto pasa por un acuerdo del PP y el PSOE a nivel nacional, cuestión que ahora mismo no está madura. De forma paralela, el grupo de trabajo creado en la Cámara andaluza ha constatado una evidencia: los expertos que han comparecido tienen claro de que se trata de un asunto complejo que debe dirimirse a través de la negociación entre el Gobierno central y los distintos ejecutivos autonómicos del régimen común.

Pese a ello, la Junta y el PSOE andaluz han iniciado una ronda de contactos con los partidos políticos para articular un acuerdo desde Andalucía, aunque son conscientes de que será infructuoso. De hecho, mientras la consejera de Hacienda y el grupo socialista se reunían ayer con Podemos en el Parlamento andaluz, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, reconocía en Madrid que se ha reunido con Susana Díaz y con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, para «desatascar» la paralización de la reforma del modelo de financiación autonómica. Una muestra más de que el acuerdo debe sustanciarse a nivel nacional.

La reunión entre el PSOE y Podemos sí sirvió para constatar que ambos tienen una visión similar del sistema de financiación autonómico. Las «bases» para el entendimiento pasan, entre otras cosas, por dotar de más recursos al sistema, es decir, que las autonomías dispongan de más dinero. La cuestión es cómo. Desde Podemos lo tienen claro: subida de impuestos. La portavoz de Hacienda del partido morado, Carmen Lizárraga, aseguró que «para que haya más recursos en el sistema hay que revisar el marco fiscal y tributario». En el documento que hizo público ayer Podemos también se contempla, entre otras cosas, la modificación de la regla de gasto, una reforma tributaria que permita nuevos ingresos o una valoración de la deuda inducida por la «infrafinanciación que ha sufrido Andalucía durante esta etapa» y evaluar una reestructuración de la misma vía Fondo de Liquidez Autonómica. Todas estas cuestiones se alejan de los planteamientos que ha seguido hasta ahora el Gobierno.

En cualquier caso, el acuerdo no será unánime. Cs anunció ayer un voto particular a este grupo de trabajo en el que defenderá su propio modelo, el mismo que defiende a nivel nacional.