Sevilla
El juez impone una fianza de 560.000 euros a la madre de los bebés congelados
La cantidad no le libra de la cárcel, sino que rasarce el daño moral producido a su marido y a sus otros hijos
El juez ha impuesto una fianza de responsabilidad civil de 560.000 euros a Sara L. H., la madre de los dos bebés hallados congelados el pasado mes de noviembre en una vivienda del municipio sevillano de Pilas, hechos por los que se encuentra interna en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra. La fianza no va encaminada a eludir la prisión, sino a hacer frente a posibles responsabilidades pecuniarias por el daño moral producido a su marido y sus otros hijos menores.
Cabe recordar que, en un escrito elevado al juzgado instructor el pasado mes de enero, la Fiscalía había solicitado una fianza civil de 480.000 euros para la imputada, mientras que la acusación particular que ejerce su marido había pedido una cantidad sensiblemente inferior, concretamente de 100.000 euros.
Esta decisión se produce después de que, el pasado 19 de febrero, dos de los hijos menores, de 14 y 11 años, comparecieran ante el juez instructor, al que trasladaron su preferencia por vivir con su tía materna antes que con su padre, a quien le ha sido otorgada la guarda y custodia de los pequeños. El letrado de la imputada, Manuel Caballero, solicitó esta declaración, ya que quiere que la custodia de los dos menores sea entregada a una hermana de su patrocinada y no a su marido. Además, el pasado día 30 de noviembre, y una vez ya había ingresado en prisión, la imputada dio a luz a una niña, cuya custodia también fue entregada al padre.
El informe definitivo de la autopsia realizado sobre el primero de los bebés, localizado en un congelador el pasado 9 de noviembre, concluye que murió por asfixia, aunque no se ha podido determinar si la causa fue la inmersión en el agua, pues la imputada reconoció en su declaración que dio a luz en la bañera del domicilio en el que convivía junto a su marido y sus dos hijos menores.
Mientras tanto, la autopsia realizada sobre el segundo de los bebés, encontrado el 27 de noviembre en un congelador distinto al primero, aún no se ha completado, ya que permaneció más tiempo congelado, lo que complica el examen forense. Por el momento, sólo se conoce que el bebé falleció a consecuencia de un fallo cardiorespiratorio.
La imputada relató que el primero de los partos tuvo lugar el día 24 de junio de 2011, cuando aprovechó que su marido y sus dos hijos habían abandonado la vivienda familiar tras desayunar para dirigirse a la bañera, donde finalmente dio a luz, asegurando que el recién nacido «ni lloraba ni se movía», por lo que creyó que había nacido muerto. En este sentido, explicó que se metió en la bañera «porque sabía que no había tiempo, estaba muy nerviosa y tenía miedo», señalando que el parto se produjo «muy rápido, en muy pocos minutos, a la segunda o tercera contracción», momento en el que abrió el grifo «para evitar que el bebé se golpeara» en la bañera.
No quiso «olvidarlo»
La imputada afirmó que el menor «no estuvo mucho tiempo sumergido» en el agua, así como dijo no recordar haberle cortado el cordón umbilical, «aunque sí lo presionó para que no sangrara», añadiendo que a continuación «expulsó la placenta y quitó el agua, permaneciendo sangrando un rato».
Después, «metió el bebé en una bolsa, la ató y la guardó» en el congelador, ya que «no le parecía bien tirarlo en un contenedor», dijo en su declaración, en la que también aseguró que «no quería desprenderse de él ni olvidarlo».
Respecto al segundo de los bebés, que llevaba más tiempo en el congelador que el primero al ser de un parto anterior, la imputada dijo no recordar nada de haber estado embarazada.
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