Andalucía
El número de rescatados en las costas ya supera el total del año pasado
Junio fue un mes negro, con el triple de pateras que en 2016 y cuatro veces más inmigrantes. En lo que llevamos de 2017 se han producido 5.266 intentos de asalto al vallado de Ceuta y Melilla
El drama de la inmigración irregular en aguas del Estrecho se está viviendo con especial virulencia este año. Tanto que, en lo que llevamos de 2017, ya se han rescatado más inmigrantes que en todo el año pasado. Según datos aportados a LA RAZÓN por la Delegación del Gobierno en Andalucía, hasta el pasado 13 de julio habían llegado a las costas de la comunidad autónoma 6.464 inmigrantes en pateras. El total de rescatados en 2016 alcanzó los 6.109, lo que pone en evidencia la intensa labor de captación de las mafias en los países de origen, además de la utilización de embarcaciones de mayor tamaño para cruzar el Estrecho. En cuanto al número de pateras interceptadas por Salvamento Marítimo, la cifra ya se va acercando al cómputo total del año anterior, aunque todavía no lo supera. En 2016 llegaron 364 embarcaciones y, hasta el 13 de julio de este año, se habían interceptado 259.
Junio fue un mes negro en las proximidades de las costas almeriense y gaditana, los dos puntos donde se registra una mayor intensidad migratoria. Tan sólo el número de pateras triplicó el registro del año pasado: en junio de 2016 llegaron 28 y el mismo mes de este año 84. La cifra de inmigrantes rescatados fue cuatro veces mayor: de los 536 de 2016 se pasó a los 2.189. Julio tampoco va a la zaga. Hasta el 13 de este mes llegaron 28 pateras con 786 inmigrantes. En la misma fecha del año pasado habían llegado 10 embarcaciones con 212 inmigrantes.
En los últimos cinco años el aumento ha sido exponencial, sobre todo si se analiza el número de personas rescatadas en el mar. No tanto el número de pateras interceptadas, lo que demuestra que van llegando menos embarcaciones pero de mayor tamaño, lo que multiplica el número de inmigrantes. De hecho, en 2012 se rescataron 3.323 inmigrantes y en el año pasado 6.109, el doble. Sin embargo, en cuanto al número de pateras, en 2016 llegaron 364 y el año anterior 491.
Estas cifras no hacen más que poner en alerta a las autoridades y a las ONG que salen en auxilio de los inmigrantes nada más pisar territorio español. En este sentido, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, destacó ayer la labor de estos colectivos. «Imagínense el importante trabajo que están desarrollando para salvar vidas tanto Salvamento Marítimo como Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Nacional». En comisión parlamentaria, Zoido defendió la labor del Ejecutivo a la hora de abordar el fenómeno de la inmigración irregular. «Hablamos de personas desesperadas que, en la mayoría de las ocasiones, viajan en condiciones muy precarias y poniendo en riesgo sus vidas. Por supuesto que no soy ajeno a ello, ni mucho menos».
Otro fenómeno que se desarrolla muy cerca de Andalucía es el de los asaltos al vallado fronterizo de Ceuta y Melilla. Según apuntó Zoido, han aumentado un 40,3 por ciento, mientras que las entradas a estas dos ciudades autónomas por vía marítima descendieron un 50,4. En lo que llevamos de año, se han producido 5.266 intentos de asalto masivos, mientras que en 2016 la cifra alcanzó los 3.472.
Las líneas que seguirá el Ministerio del Interior en este ámbito pasan por aumentar la cooperación bilateral con los países de origen y tránsito y por la prevención, según apuntó Zoido. También apostó el ministro por el «adecuado control de las fronteras» y por la lucha contra las redes de tráfico de personas. «Es lamentable que, en muchas ocasiones, quienes llegan a nuestras costas vienen engañados y han pagado grandes cantidades de dinero».
Por otra parte, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, no pasó por alto en la comisión parlamentaria la muerte de 49 personas de origen subsahariano que viajaban en una patera en el mar de Alborán, la que puede ser la peor tragedia de la última década en el Mediterráneo español. «Sé que alguna de sus señorías quiere pedir responsabilidades por ello a este Gobierno, pero les recuerdo que hacemos todo lo posible por ayudarles». En este contexto, remarcó que «no es nuestra responsabilidad que decidan huir de su país en condiciones muy precarias, en las conocidas como pateras, que últimamente son barcas hinchables que a duras penas flotan y que a la primera de cambio se hunden». Sí es la responsabilidad del Ejecutivo, según apuntó, ayudar a estas personas «cuando se detectan estas situaciones». Por ello, reiteró su agradecimiento a Salvamento Marítimo, a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a las ONG, «especialmente a Cruz Roja». Ante esta tragedia, y otras muchas que se producen a diario en aguas del Estrecho, el ministro aseguró que «no somos insensibles, somos realistas», por lo que se comprometió a «no escatimar en esfuerzos para que la respuesta sea cada vez mayor, más rápida y eficaz». Su departamento, por tanto, es partidario de una «inmigración ordenada» porque «nuestra capacidad para dar respuesta educativa y social tiene un límite».
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