El PP reclama a Díaz que aclare en el Parlamento su futuro político

El 4 de septiembre de 2013, Susana Díaz ofreció su primer discurso de investidura como presidenta de la Junta de Andalucía tras la renuncia de José Antonio Griñán. Entre otras cosas, Díaz anunció ese día que «con el objetivo de aumentar la transparencia y la cercanía a los ciudadanos, y porque el Parlamento constituye el corazón de nuestro sistema democrático y representativo, les quiero anunciar mi intención de comparecer semestralmente para debatir sobre la situación política del momento con los grupos parlamentarios. Además de las comparecencias ya establecidas, añadiríamos esta que les anuncio», dijo. Esa promesa se la recordó ayer el PP andaluz, que registró en la Cámara autonómica una solicitud para que la presidenta del Gobierno andaluz comparezca en un debate general sobre «la situación política en Andalucía».

En apenas dos años desde aquella promesa, el escenario político ha cambiado. En la actual coyuntura, la formación del nuevo Gobierno central y el desafío independentista catalán configuran los dos asuntos más trascendentales de la actualidad política. La magnitud de ambos problemas afectan a Andalucía, como la propia Díaz se ha encargado de recordar en las últimas semanas al comparar este momento político con la transición. A ello hay que unir su situación personal dentro del PSOE y sus opciones de aspirar a liderar su partido a nivel federal, con la consiguiente repercusión que tendría en el Ejecutivo.

El único debate celebrado según el compromiso anunciado por Díaz en septiembre de 2013 se produjo el 22 de enero de 2014. La presidenta dijo entonces que «cumplir los compromisos no es algo que un responsable público pueda dejar al albur de su conveniencia política», sentenció.

El formato fue idéntico al de las comparecencia del Consejo de Gobierno, con un discurso inicial de la presidenta de la Junta y la intervención posterior de todos los grupos parlamentarios, de menor a mayor, y con cierre final por parte de la jefa del Ejecutivo andaluz. En este caso, serían cinco los grupos que participarían.

En este sentido, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, lamentó ayer que Susana Díaz «usa Andalucía como trampolín en su carrera política» y criticó que tiene a los andaluces «abandonados porque no le interesan sus problemas, solo le interesan sus aspiraciones personales».

Moreno recordó que «hubo un debate sobre política general en enero de 2014, un debate sobre el Estado de la Comunidad en septiembre, y desde entonces solo ha habido un debate en la segunda investidura y nada de nada por parte de Díaz, por lo que su palabra vale poco».

El PP toma así la iniciativa en un mes inhábil en el Parlamento andaluz, aunque nada impide que se celebren debates por acuerdo de los Grupos. Mañana está prevista una reunión de la Diputación Permanente que deberá abordar todos los temas pendientes tras el cierre del último periodo de sesiones.

Esta inactividad es la que recalcó el presidente del PP-A, para el que en Andalucía «tenemos muchos problemas» y «vivimos una situación de incertidumbre» marcada por «un parón institucional como jamás antes se ha vivido».

Moreno criticó que Susana Díaz tenga «su cabeza, su atención y su esfuerzo permanentemente en Ferraz y en los líos del PSOE». Por este motivo, y en el marco de un compromiso de la propia Díaz del año 2013, los populares reclaman ahora que aclare cuáles son sus prioridades políticas.

Marín quiere un gobierno en España

El presidente y portavoz de Ciudadanos (C’s) en el Parlamento, Juan Marín, insiste en que el PSOE debe hacer lo mismo que ellos hicieron con Susana Díaz y permitir que haya Gobierno en España. Para Marín, lo «razonable y sensato» es que las fuerzas que respetan el ordenamiento jurídico y las leyes y que quieren llevar a cabo las reformas necesarias para el país permitan que arranque la legistatura en España. En cuanto a la situación en Cataluña, ha manifestado que lo que hay que hacer, como en cualquier estado democrático de derecho, es aplicar la ley y aquellos que no quieran respetarla tendrán que dar cuenta de sus actos.