Rafael Álvarez
En las entrañas de Cervantes
Aún en el año dedicado a Cervantes, aunque las celebraciones han ido menguando al compás de los meses, conviene no despedir este 2016 que ya va cuesta abajo sin pasar por alto la obra que durante este fin de semana ofrece Rafael Álvarez, «El Brujo», en el teatro Lope de Vega de Sevilla.
Aún en el año dedicado a Cervantes, aunque las celebraciones han ido menguando al compás de los meses, conviene no despedir este 2016 que ya va cuesta abajo sin pasar por alto la obra que durante este fin de semana ofrece Rafael Álvarez, «El Brujo», en el teatro Lope de Vega de Sevilla. Este actor se ha especializado en montajes protagonizados por personajes claves de la cultura española y en especial con nuestro Siglo de Oro. Poco se puede añadir ya a la biografía de un intérprete capital en la dramaturgia española que hasta el domingo representa «Misterios del Quijote».
Cervantes agoniza en Madrid revestido con el hábito de la orden tercera de San Francisco cuando, en el umbral de su habitación, aparece la figura de un caballero que le mira con ojos saltones. Ahí arranca esta obra, que tiene el inmenso reto de sacar las tripas y el corazón de la más singular de las obras literarias jamás escritas. Pese a que se haya leído y estudiado, El Quijote es un manantial cuyo caudal no se acaba nunca, siempre hay una nueva significación en la que volcarse. «El Brujo» interpreta el rol de mediador para acercar al espectador el jugo de una obra inabarcable, que se renueva con cada acercamiento. Lo mismo se puede decir de Cervantes, sobre cuya vida aún planean muchas sombras. Soldado, recaudador de impuestos, escritor, preso; parece que en su existencia se dieran todos los trazos de una personalidad desmesurada para el tránsito de los siglos XVI y XVII en una Europa en plena convulsión. En su obra, en El Quijote y en la interpretación de «El Brujo» encontrarán al ser humano.
Al hablar de Cervantes ya es inevitable no hacerlo también del genio inglés coetáneo que también está de aniversario. Este fin de semana, la sala La Fundición acoge la representación de «Shakespeare en Berlín», una obra de Chema Cardeña que pone sus ojos en el proceso vivido en Alemania entre 1933 y 1946. Del ascenso de las masas a la caída de un imperio que iba a durar mil años, pero que se quedó en la mayor carnicería de la Historia. Perfecta para reflexionar sobre el mundo en el que vivimos.
El mundo editorial mantiene que la poesía ha vuelto a estar de moda, quizás nunca se fue realmente, y que los poetas venden libros, están de actualidad y sus seguidores hacen cola para estar en sus encuentros. Lo mejor es que las mismas voces señalan que estos lectores son muy jóvenes, fieles y exigentes; lo cual demuestra que aún queda espacio para la esperanza. Llega así la voz de Nach (Óscar Fernández Orengo), rapero y cantante de hip-hop que ahora publica su primer poemario, «Hambriento» (Planeta), después de ocho álbumes de estudio. Ahora deja la música para centrarse en los versos a palo seco. Su poesía habla de esfuerzo, aprendizaje, sensibilidad; es un río a contracorriente que nace de la voracidad de las emociones vividas desde un espacio íntimo vacío. Se trata de un trabajo de cuatro años basado en la honestidad y el compromiso, primero con su mundo interior y luego, con el mundo que le rodea. Amor, soledad, violencia, humor y paisajes urbanos, dentro de un libro plagado de libertad.
La semana pasada hablábamos de la entrada de Trump en la vida de la humanidad por la puerta de la democracia americana. En esa línea, traemos hoy el espacio malagueño «La Térmica», que acoge desde mañana la exposición del fotógrafo de New Jersey Ryan McGinley. Nacido en 1977, la revista "GQ"le calificó en el año 2014 como el fotógrafo más importante del país. «Yearbook» se caracteriza por un intenso tratamiento de las emociones, ya que sus fotografías, desenfadadas en esta muestra, conectan rápidamente con el espectador creando un triángulo de sensaciones interesantes de forma muy potente. Ha sido comparado con Na Goldin, Wolfans Tillmans y Larry Clark, gracias a su manera de acercarse a la libertad, inocencia, serenidad o perturbación de sus protagonistas. En el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla arranca la exposición «¿Qué sienten, qué piensan los artistas andaluces de ahora?», que pretende mostrar el trabajo más innovador que se realiza en la comunidad autónoma. Para ello han sido seleccionados diez que han realizado proyectos específicos para el CAAC. Una interesante visión de lo que ya está aquí.
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