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Españoles en los titulares

La Razón
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Que España interesa fuera de nuestras fronteras es algo que sólo un necio no reconocería. Interesar es algo a lo que casi todo el mundo aspira. Claro que no siempre el interés despertado es favorable, al menos no para todos. En mayo era de nuevo el Real Madrid la estrella de todas las noticias mundiales, 13 veces, tres de ellas seguidas, campeón de la Liga de Campeones, azaña prácticamente inalcanzable por ningún otro equipo en muchos años. Hace una semana era Mariano Rajoy el que ocupaba todas las portadas europeas con su caida. Lógicamente al ex presidente no le habrá gustado tal protagonismo. El domingo, otro español que es carne de portada, Nadal, volvía a coronarse en Paris rey del deporte. Una vez más y van once es el ganador del Roland Garros. Es verdaderamente una especie de Alejandro Magno del tenis, lo ha conquistado todo con 32 años, casualmente la misma edad que el gran Alejandro. Por cierto, una vez más tengo que felicitar al gran Alfonso Ussía por su articulo del pasado domingo dedicado a un cargo podemita –como Alfonso escribe–, que tildó a Nadal de soporífero, pasabolas e hipermusculado. Lo cierto es que con todo el humor del mundo, al tiempo que con una dureza más que merecida, Ussía lo tritura. La verdad es que a mí me da miedo, mucho miedo, que personas destacadas de un partido, que ha estado a punto de formar parte de un gobierno de coalición, demuestre tanto rencor a un español que tiene unos méritos reconocidos mundialmente, que representa la mejor cara de nuestro país. Conviene recordar que la pretendida ofensa a Nadal es por que, ejerciendo su libertad, expresó democráticamente que él creía que unas elecciones eran la mejor salida a la actual situación política. Pero este partido político, que es el que reparte los carnés de demócratas auténticos, se reserva el derecho de insultar a quien no piensa igual que ellos y además tienen el remedio infalible contra todo el que no este de acuerdo: «Fascista, pedazo de fascista». Ésa es su democracia.