González: «Andalucía tiene que volver la mirada al campo»

Felipe González llegó ayer a Sevilla para exponer su receta del desarrollo económico futuro de España y Andalucía en el Foro Económico de Caja Rural del Sur. El ex presidente del Gobierno (1982-1996) desgranó ante el amplio auditorio de autoridades que lo escuchaban sus claves para que el país se «incorpore a la economía global». «La base para el crecimiento de la economía será relacionar los salarios con la productividad para ganar en competitividad», señaló tras censurar duramente el «austericidio» europeo. Además de ese vínculo como «única manera para dignificar el trabajo» –algo que, dijo, le ha valido grandes críticas– citó las nuevas tecnologías de la información como imprescindibles para «expandir la innovación propia».

En presencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que acudió expresamente para acompañar a González, invitó a «volver la mirada al campo. En esta sociedad cuesta trabajo culturalmente, pero de eso depende nuestro destino». Tras considerar que el sector agroalimentario marcará el futuro, insistió en que Andalucía debe posicionarse al estar «ligado a su tradición» porque «va a ser una variable estratégica» y de ello imitó a participar a entidades como Caja Rural del Sur.

En su discurso, titulado «Contexto internacional y globalización económica. Retos económicos, tecnológicos y geopolíticos actuales», lamentó reiteradamente la «pérdida de relevancia» de España en la toma de decisiones europeas. «Se dice ‘haremos lo que diga Europa’ como si fuera la nueva Roma o fuera otro. Nosotros somos parte de eso», aseguró, justificando que «no es una crítica a nadie, estamos perdiendo relevancia en la toma de decisiones desde hace mucho tiempo, no en los últimos cuatro años».

Entre los aspectos a potenciar para esa incorporación global se encuentran también, según sus palabras, «el capital humano y la energía», por lo que reclamó un plan energético nacional. «Yo quiero una España fuerte que sea capaz de desarrollar su futuro. Si no nos ponemos de acuerdo, seguiremos sin saber quiénes somos ni donde estamos. Tenemos el ancla de Europa, pero ya no pertenecemos a Europa, somos parte de no sé que realidad», aseguró.