Sevilla
Hallada la vía por la que César entró en Hispalis
La excavación en un solar de La Florida saca a la luz un tramo de la entrada a la Sevilla romana de la primera mitad del siglo I
La excavación en un solar de La Florida saca a la luz un tramo de la entrada a la Sevilla romana de la primera mitad del siglo I
Un tramo de la entrada en la romana Hispalis de la Vía Heraclea, primera mitad del siglo I a. de C, por la que entró en la ciudad Julio César; fue hallado en la excavación de un solar junto a la ronda histórica de Sevilla, en La Florida, según dijo a Efe el arqueólogo Miguel Ángel de Dios.
El tramo de la Vía Heraclea tiene unos cuarenta metros y es aledaño a los restos de un enorme edificio de carácter comercial y portuario, de época de Augusto, de no menos de 150 metros de longitud y de entre diez y doce metros de altura en dos pisos que, según el arqueólogo provincial de Sevilla, José Manuel Rodríguez Hidalgo, es la presencia «más rotunda» de Roma hallada en Hispalis. La Vía Heraclea comunicaba el Levante con el Sur de la Península y en la mayor parte de sus tramos coincide con la posterior Vía Augusta, que llegaba desde Roma a Cádiz, y los arqueólogos sabían su ubicación en la actual Sevilla pero nunca se habían encontrado con un tramo de esta legendaria vía de comunicación que, como las grandes obras públicas del Imperio, poseía la impronta de Roma.
De hecho, el tramo de entrada de la Vía Heraclea en Hispalis fue trasladado unos metros en época de Augusto para ser coincidente con la parte final de la actual avenida sevillana de Luis Montoto al llegar al centro de la ciudad de Sevilla, un camino paralelo y muy próximo a los antiguos Caños de Carmona, acueducto del que aún se conservan en pie dos partes en esta misma avenida.
Los restos del gran edificio comercial hallado junto a la vía, que supera los mil metros de planta, es similar a la ateniense Estoa de Atalo, una construcción porticada que se distingue por una sucesión de grandes y esbeltas columnas, trozos de las cuales ya están dispuestas para ser trasladadas a los almacenes del Museo Arqueológico de Sevilla. Miguel Ángel de Dios destacó varios hallazgos del mismo periodo en la zona, como una plataforma lisa que, inmediata a la vía y al gran edificio como zona de acopio portuaria para mercancías, aunque se trate de un solar a cielo abierto, no hay nada igual de la época en la Península con un tamaño como éste, no menor de tres mil metros cuadrados. Igualmente señaló una zona de «deposiciones cultuales», en la que tras las ofrendas religiosas se dejaban restos de animales, vajillas u otros utensilios para no ser utilizados más y en el que aún pueden observarse numerosos restos cerámicos e incluso el claveteado de unas sandalias.
Las primeras prospecciones en este solar urbanizable se efectuaron en 2006 y la primera excavación se acometió un año después, pero se paralizó porque también se detuvo, por la crisis, el proyecto de construcción que, ahora retomado, hizo reactivar la excavación en septiembre pasado para acabarla este mes de julio.
Rodríguez Hidalgo destacó la «valiosa información» que, sobre la Sevilla de extramuros, aportaron estas investigaciones de campo, ya que se encontraron trazados urbanos mudéjares, medievales, almohades y pre-almohades, todos los cuales demuestran que al menos ese suburbio de Sevilla estuvo planificado y no fue algo marginal. Y señaló que, por tratarse de una zona próxima a las murallas preveían hallar «un ambiente funerario», por lo que la sorpresa ha sido mayor al encontrar el gran edificio que debió distinguirse por un carácter «muy monumental».
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