¿Huelga?

“Dejar de trabajar sin que el salario sea modificado no se llama 'huelga' sino 'vacaciones'. Tira la cabra al monte de la reivindicación”

El 31 de marzo de 2018, en realidad unos días antes, los empleados de la Junta cobraron su nómina como siempre, sin que a las huelguistas ni a los huelguistos del día 8 le hubiesen detraído un céntimo a cambio de su ausencia voluntaria del puesto de trabajo. Se buscaba de este modo inflar las cifras de seguimiento del aquelarre mujerista por la vía del incentivo pecuniario, que es extraña manera de actuar cuando se es la patronal –la Junta es la primera empresa de Andalucía–. Hasta en la versión española de la letra que Eugène Pottier escribió para La Internacional se advierte que el ejercicio de cualquier derecho arrostra responsabilidades y renuncias: «Basta ya de tutela odiosa, / que la igualdad ley ha de ser: / No más deberes sin derechos, / ningún derecho sin deber». Siempre es enojoso tener que explicar lo obvio, pero conviene recordar en este punto que dejar de trabajar sin que el salario se vea modificado no se llama «huelga» sino «vacaciones». Regresa hoy, o sea, la burra al trigo o tira la cabra de vuelta al monte de la reivindicación. En la primera empresa de Andalucía, no obstante, ha cambiado el consejo de administración y arde el firmante en deseos de saber si la cuchipanda de hoy mantiene su subvención, con el agravante de que es viernes, día propicio para fingirse concernido por la opresión histórica del macho mas aprovechar la fiesta emboscada para empalmarle el finde y arañar así un triduo de esparcimiento playero. Que cosas peores se ha visto en el mundo de la picaresca laboral. Dos encuestados respondieron ayer a un sondeo indagatorio: «Mi jefe dice que el que haga huelga no cobra», anuncian desde un organismo juntero. «No tienen huevos de enfrentarse al lobby feminista», repone un observador de colmillo retorcido.