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IU ve el momento de «acelerar» la alianza estratégica con Podemos

Maíllo perfila un movimiento que trascienda lo político y galvanice la sociedad civil.

El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ayer en el Parlamento.
El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ayer en el Parlamento.larazon

Maíllo perfila un movimiento que trascienda lo político y galvanice la sociedad civil.

La dirección regional de IULV-CA tiene superado el debate de si conviene o no una alianza estratégica con Podemos que ya se inauguró en las generales de junio y quedó abortada en los comicios de diciembre debido a la política de fichajes que pretendía la formación de Pablo Iglesias. O así al menos se trasladó desde IU. El resultado del 26J no fue todo lo satisfactorio que se esperaba, ya que la suma de Unidos Podemos perdió un millón de votos y el objetivo primordial, que era el llamado «sorpasso», quedó lejos. Con todo, en IU tienen claro que la única forma de convertirse en una fuerza potencial de gobierno es a través de una alianza que tome cuerpo también en Andalucía como ya ha ocurrido a nivel nacional.

El coordinador general de IULV-A, Antonio Maíllo, compareció ayer en el Parlamento y felicitó a la secretaria general de Podemos-A, Teresa Rodríguez, por sus resultados en el proceso de primarias, en las que ha cosechado una amplia victoria de más del 75 por ciento de los apoyos. Aprovechó, no obstante, para lanzar el mensaje de que es el momento de «acelerar» en la región el proceso de unión ya perfilado en España. Maíllo está convencido de que esa unión, lejos de acabar fagocitando a IU, va a «fortalecer» una «alianza estratégica» en la que no sólo formarían parte Podemos y IU como dos fuerzas principales, sino plataformas y miembros de la sociedad civil, estén organizados o no. «El reto es que cada uno podamos aportar nuestro patrimonio política».

El proceso está muy verde. Desde IU reconocen que aún no han establecido conversaciones formales con Podemos. Y desde esta formación señalan a este periódico que en este momento la unión no es una prioridad. «De hecho, ninguna de las tres candidaturas que han concurrido a las primarias lo han planteado en su programa político», abundan. Maíllo ve, no obstante, que un año es un periodo razonable para configurar la convergencia que, de materializarse, desembocaría en una concurrencia conjunta en las elecciones y permitiría a los dos partidos mantener su autonomía y sus señas de identidad.

Uno de los factores que entran en juego es la fecha en la que se producirán las elecciones y los pasos que dará Susana Díaz, a expensas de decidir si entra en liza para un Congreso del PSOE que por otra parte difícilmente se celebre antes del próximo verano. En este momento el clima en el Gobierno andaluz es de total estabilidad. El PSOE no ha tenido ningún problema en pactar sus segundos Presupuestos con Ciudadanos, lo que le garantiza al menos un año sin sobresaltos. No obstante, Izquierda Unida tiene la experiencia de lo que ocurrió a finales de 2014, cuando compartía con el PSOE Consejo de Gobierno. La estabilidad entre ambas fuerzas no corría peligro, más allá de algún roce menor como la visita de Valderas al Sáhara que nunca se produjo. Y sin embargo Díaz decidió un adelanto porque era el momento electoral que más le convenía. En este contexto hay que enmarcar el «acelerón» que pretende IU: el objetivo es estar preparados para cualquier eventualidad electoral y disputar el voto de los descontentos del PSOE tras la abstención en la investidura de Rajoy.

En IU hablan de una «coincidencia natural» en la que cada formación pueda aportar sus fortalezas, pero que al mismo tiempo la coalición trascienda lo puramente político en sentido estricto. Esto es, abrir mucho el movimiento a la calle para vincularse de manera muy estrecha con la sociedad civil. En este planteamiento no hay ninguna diferencia con Podemos, puesto que ha sido precisamente el espíritu de la candidatura «Por una Marea Andaluza» de Teresa Rodríguez.

IU está dispuesto a llevar también ese objetivo estratégico a nivel municipal. Maíllo puso Córdoba como ejemplo. «Si hubiéramos concurrido en bloque probablemente estaríamos gobernando igual que Podemos en Cádiz».