La brecha del paro en Andalucía será mayor en 2020 respecto a España

«Muy difícil», «poco probable». Son las expresiones que se repiten en el análisis de los objetivos que debe lograr Andalucía en la creación de empleo en 2020, horizonte marcado por la Unión Europea para evaluar el uso de las ayudas entregadas a las comunidades autónomas.

La evaluación realizada por una consultora externa a finales de 2015 refleja que «se persigue pasar de 2,57 millones de ocupados en 2013 a 3,2 millones en 2020, es decir, crear más de 600.000 empleos entre 2014 y 2020, lo que supondrá volver a los niveles de empleo previos a la crisis». La Junta se había marcado un objetivo más realista –un 6,7% menos– pero finalmente aceptó la recomendación de Bruselas de ampliarlo para acercarse a las previsiones continentales. Los evaluadores insisten en que «para que Andalucía alcance el objetivo de ocupación fijado para la UE deberían crearse 1.396.200 puestos de trabajo netos en el periodo 2014-2020, casi 200.000 puestos de media anual, cifra que supera bastante el promedio de los periodos recientes de mayor crecimiento del empleo en la región, por lo que es poco probable que se pueda alcanzar». En esa fecha, 2007, la tasa de ocupación era del 62%. No obstante, admitieron que «resulta adecuado definir un objetivo ambicioso para así ampliar e intensificar las medidas que propicien la creación de empleo».

Expirado 2016, el balance es que se crearon 25.900 puestos de trabajo netos, muy por debajo de los cálculos, según el informe «El mercado de trabajo en España y Andalucía durante el año 2016 según la Encuesta de Población Activa», elaborado por la Cátedra Cesur de la Universidad Pablo de Olavide. Destaca, asimismo, que el paro solo descendió 1,5 puntos respecto a 2015 (de 29,8 a 28,3%), frente a la bajada del 4,4% experimentada en el anterior ejercicio. A ese ritmo de crecimiento, la Junta necesitaría una década adicional para lograr los 3,2 millones de ocupados que se marcó como prioridad.

En el seguimiento del Programa Operativo de los Fondos Sociales Europeos (FSE) 2014-2020, se plantean serias dudas sobre su consecución. De esta manera, los evaluadores insisten en que «será muy difícil que Andalucía alcance el objetivo fijado para la UE y para España en tasa de ocupación, pues para ello tendría que crearse un volumen de puestos de trabajo en promedio anual muy superior a la media de los años de fuerte crecimiento previos a la crisis económica». Y añade que, aun logrando la meta establecida, la brecha habrá aumentado aun más respecto al resto de España, dejando la deseada convergencia más lejos.

El empleo es unos de los tres grandes ejes del Programa, que se divide en mercado de trabajo, pobreza e inclusión social y formación. Solo en el primero, la UE ha asignado 175,5 millones de euros, el 18,3% de los recursos, complementados con otros 44 millones por parte del Gobierno central. A estas aportaciones se unirían 288,6 millones procedentes del Programa de Empleo Juvenil. En total, desde la UE llegarán 464 millones de euros, según consta en la Estrategia pública diseñada con el horizonte 2020. A esta cantidad se sumaría el presupuesto propio de la Junta, cuya asignación media anual a políticas activas de empleo se calcula en 160 millones de euros, según recoge el documento referido.