Sevilla

La «discriminación» con las 35 horas abre otro frente en la Sanidad

«Las horas no presenciales no van a costar lo mismo a un sanitario que a otro profesional», critican los sindicatos del sector, que hablan de «una afrenta para hacer caja» con los empleados

Francisco Muñoz, de Satse; Rafael Carrasco, del Sindicato Médico Andaluz; y Araceli Marín, de USAE
Francisco Muñoz, de Satse; Rafael Carrasco, del Sindicato Médico Andaluz; y Araceli Marín, de USAElarazon

«Las horas no presenciales no van a costar lo mismo a un sanitario que a otro profesional», critican los sindicatos del sector, que hablan de «una afrenta para hacer caja» con los empleados

La herida con los empleados de la Sanidad andaluza no ha suturado y con las 35 horas se abre otro frente. La autoproclamada desde la Junta «joya de la corona» no reluce como debiera, al punto que hasta en el grupo de trabajo abierto en el Parlamento para la reforma de la financiación uno de los expertos en la materia –en concreto el catedrático de Derecho Tributario de la Universidad de Jaén Manuel González Sánchez– expuso que «hay dos velocidades ya en determinadas cosas, y entre ellas, en la sanidad» y que la primera categoría –«los mejores médicos», dijo– están «en Madrid y Barcelona» y el resto de comunidades –régimen foral al margen– no pueden aspirar a ellos. Financiación aparte, las plataformas sindicales corroboran el descontento entre los profesionales. El Sindicato Médico Andaluz (SMA), el Sindicato de Enfermería de Sevilla (Satse) y el Sindicato de Auxiliares de Enfermería (USAE) anunciaron ayer medidas contra la «discriminación flagrante» del decreto de las 37,5 horas de la Junta para la jornada laboral de los empleados públicos. Los sindicatos exigen la modificación de dicho documento para que pueda ser consensuado en la mesa sectorial y, en caso contrario, estudian iniciar otras iniciativas como la recogida de firmas para entregarlas en el Parlamento, sin descartar otras medidas «más perjudiciales que beneficiosas».

El presidente del SMA, Rafael Carrasco, la coordinadora de organización de USAE, Araceli Marín, y el secretario general del Satse, Francisco Muñoz, explicaron que «después de los años de crisis y los recortes posteriores, este documento vuelve a hurgar en la herida que lleva abierta hace años». Los sindicatos cifraron en más de 7.000 los puestos de trabajo perdidos en 2012, lo que supuso un 10% de despidos en el sector. Las plataformas temen que, ante las dificultades en el sector de la Sanidad para justificar «el teletrabajo», al tener que recuperar este tiempo laboral puedan producirse nuevos despidos.

Satse subrayó que desde 2012 hay «una afrenta en el sector que sirve de excusa para hacer caja con los sanitarios». «La regulación de la jornada ha sido la gota que ha colmado el vaso», derivando, además, en «problemas de organización de los servicios, recortes adicionales en retribuciones complementarias y, sobre todo, en recortes del sector sanitario».

Para los tres sindicatos, las medidas adoptadas con los sanitarios son «altamente discriminatorias», con cuestiones «incomprensibles» y aspectos que se reflejan a nivel general pero no específicamente en el ámbito sanitario. El Sindicato de Auxiliares de Enfermería incidió en la «discriminación» debido a que «esas horas no presenciales no van a costar lo mismo a un sanitario que a otro profesional», recordando que en el sector sanitario «se suman jornadas maratonianas y días adicionales».

RECTIFICACIÓN

Los sindicatos han presentado públicamente un escrito solicitando a la consejera de Salud, Marina Álvarez, y a la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, que «cese la citada discriminación y sea retirado el documento mencionado» y solicitando uno nuevo «en el que no se incluyan discriminaciones entre colectivos y no existan diferencias más allá de las que se derivan de su actividad o categoría profesional».

Las plataformas exigen además a la Junta que se admitan que las actividades que pueden servir a un empleado público de los sectores de administración general e instrumental para justificar 2,5 horas semanales de trabajo, sean también de aplicación al personal del sector sanitario, solicitando que se admita la formación acreditada bien por las universidades o por la Comisión de Formación Continua de las Profesiones Sanitarias. La actual oferta de 17 cursos, explicaron, «sólo computa 90 horas» como máximo.