Andalucía

La enseñanza bilingüe en Andalucía no llega al 71% de los escolares

Las desigualdades entre colegios decretan que uno de cada cuatro no tenga comedor

En septiembre se incorporaron a las aulas andaluzas 1,8 millones de alumnos
En septiembre se incorporaron a las aulas andaluzas 1,8 millones de alumnoslarazon

Las desigualdades entre colegios decretan que uno de cada cuatro no tenga comedor.

«La educación, el principio de todo». Ése es el lema de la Consejería de Educación, una máxima que sin embargo establece puntos de partida distintos según en qué centro educativo se estudie. El bilingüismo es uno de los elementos que marca mayores diferencias. La Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía prevé que determinadas áreas del currículo sean impartidas en una lengua extranjera en Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. En el curso que acaba de comenzar son 1.337 los centros en los que se ha implantado este programa. El aumento en 132 respecto al anterior es insuficiente si se mira desde el ángulo contrario: todavía 4.135 centros no disponen de él. Si se mide por alumnado, las diferencias son aun mayores: 417.150 alumnos cursan una enseñanza en doble idioma en Andalucía, del total de 1,4 millones que comenzaron el curso en septiembre –desde segunda etapa de Infantil hasta Bachillerato y FP–. Su implantación ha aumentado respecto al curso pasado, pero sigue sin alcanzar a la gran mayoría de los estudiantes: sólo llega al 29%.

Esto establece unas evidentes diferencias de oportunidades entre los niños, muchos de los cuales deben recurrir a academias privadas para suplir la falta de idiomas en sus centros, que se limita mayoritariamente a impartirse como una asignatura de 90 minutos semanales frente al mínimo del 30% lectivo en la segunda lengua de los centros bilingües, donde pasa a ser instrumental.

Esta modalidad arrancó en el curso 2005/06, por lo que algunos centros llevan una década de ventaja en la enseñanza de idiomas, en la que trabajan alrededor de 9.900 docentes. Incluso hay casi una treintena que son plurilingües, mientras la mayoría aguarda todavía para dar el primer paso en este ámbito.

Precisamente en este curso la Consejería decidió ampliar a 3º y 5º de Primaria la introducción de un segundo idioma extranjero sin aumentar la dotación de maestros, que deben acreditar como mínimo el B2. Continuará en el curso 2017/18 con la incorporación de 4º y 6º y en el 2018/19 se prevé para 1º y 2º de Primaria. Desde la puesta en marcha del programa bilingüe, la Junta ha jugado con el recurso de señalar obligaciones en quienes se adscribieran bajo el paraguas de «que se disponga de los recursos humanos necesarios». En este sentido, las instrucciones publicadas recogen que «el período de implantación de todas las líneas en un centro no debe ser superior a cinco cursos académicos, contados desde la fecha de autorización». Y prosigue: «en cualquier caso, será obligatoria la implantación de todas las líneas en el momento en el que se disponga de los recursos humanos necesarios». Así, muchos recibían la acreditación correspondiente pese a que solo una de sus líneas había introducido el segundo idioma, estableciendo desigualdades entre compañeros.

El plan de apertura es otro de los logros de la educación pública; incluye el comedor, las actividades extraescolares y la entrada desde las 7:30 horas como medidas de conciliación laboral. Cuentan con él 2.345 centros de Primaria. Pero no todos los colegios gozan de estos servicios.

El comedor, por ejemplo, tiene listas de espera en muchos casos debido a las limitaciones de plazas. El servicio se presta en 1.916 de los 2.569 colegios, lo que significa que uno de cada cuatro no dispone de él. En los institutos, ni siquiera existe esta opción. En total, son alrededor de 180.000 niños los que comen a diario en su colegio, el 13% del alumnado, y algo más de la mitad lo hacen gratis.

La comparativa entre los recursos invertidos el curso pasado y el actual revela también recortes deslizados por la Consejería de Educación. Por ejemplo, en la gratuidad de los libros de texto –que abarca las etapas de Primaria y Secundaria– la partida ha adelgazado 3,5 millones, quedándose en 88, aunque Andalucía es de las pocas comunidades que ha extendido esta medida a toda la enseñanza obligatoria. También se han visto mermados a menos de la mitad los fondos para actualizaciones de equipamiento: de 7,6 a 3,6 millones.

El informe de Save the Children «Necesita mejorar. Por un sistema educativo que no deje a nadie atrás» incide en las desigualdades del sistema, en comparación con otras comunidades. Durante el período 2009-2013, el gasto público por alumno se ha reducido en 346 euros, situando la inversión en 4.110 euros por escolar, muy alejada de los 4.569 euros de media a nivel nacional. Uno de los aspectos en los que sí destaca Andalucía es en la concesión de becas, de las que se beneficia la mitad del alumnado (la media estatal alcanza al 27%); y en la citada gratuidad de los libros de texto en la enseñanza obligatoria, que la ONG reclama extender a todas las etapas educativas.

El análisis revela que las partidas para actividades extraescolares se recortaron un 84%, pasando de 32 millones a cinco. Save the Children señala unas recomendaciones para avanzar en la convergencia española y europea, como garantizar que la concesión del pago de todas la becas se realice con anterioridad al inicio del curso, además de aumentar las plazas de comedor para que todo el alumnado que lo requiera disponga de una, ya que actualmente la demanda es mayor que la oferta.