La Junta gana tiempo con una mesa de trabajo sobre el impuesto de Sucesiones

La Junta está aplicando sobre la rebaja del impuesto de Sucesiones y Donaciones el mismo discurso que aplicó para la disminución del tramo autonómico del IRPF. Coloca la pelota en Madrid y en el comportamiento de la recaudación tributaria. Hay, sin embargo, una diferencia fundamental que le permite tranquilidad e ir ganando tiempo. La rebaja de entre un 2 y un 3,5 por ciento del IRPF –finalmente se quedó en un 2– era una de las 72 condiciones suscritas entre C’s y PSOE para la investidura de Susana Díaz. Ciudadanos se jugaba su crédito y exigió como condición «sine qua non» para apoyar las cuentas la disminución de este impuesto. Sin embargo, Ciudadanos ya tiene decidido su voto favorable a la Ley de Presupuestos de 2016, pase lo que pase con el impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Esta circunstancia da tranquilidad a los socialistas. Representantes de esta formación y de Ciudadanos conformaron ayer una mesa de trabajo en el Parlamento andaluz para abordar una modulación del impuesto de Sucesiones y Donaciones, que en Andalucía es uno de los más altos de España (junto a Asturias y Murcia) frente a otras comunidades como Madrid que lo tienen bonificado casi en el cien por cien. Si no hay acuerdo, Ciudadanos lo incluirá dentro de su paquete de enmiendas presupuestarias, que se votarán el 3 de diciembre, en vísperas de la pegada de carteles de la campaña electoral.

La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, puso ayer sobre la mesa dos variables principales. La armonización de este tributo a nivel nacional y la marcha de la recaudación tributaria. Montero ya ha dicho repetidamente que este tributo forma parte de la financiación de la comunidad y por tanto accedería a rebajarlo siempre y cuando exista una compensación por parte del Estado, tal y como hizo en su día con la eliminación del impuesto de Patrimonio. Dependiendo del Gobierno que salga después de las elecciones del 20 de diciembre, la senda marcada puede ser una u otra teniendo en cuenta que está pendiente también la reforma del sistema de financiación, que es de 2009. En este sentido, a la Junta le viene bien este tiempo extra.

El segundo argumento de la consejera tiene que ver con la recaudación tributaria. Y en este punto su discurso se tambalea. Andalucía recauda en términos globales más que antes de la crisis debido al fuerte incremento fiscal que impulsó Griñán en 2010 y entró en vigor en 2011. Tal es así que el año pasado Andalucía recaudó 13.080 millones. Y en 2007, el primer año antes de la crisis, 12.854 millones. La recaudación también ha subido en los nueve primeros meses de este año un 1,78 por ciento respecto a 2014 y el impuesto de Sucesiones y Donaciones ha tenido una evolución muy favorable. Ha aumentado un 6,43 por ciento en los tres primeros trimestres del año: de los 245.793.306 euros de recaudación se ha pasado a 261.587.050.

Uno de los aspectos a los que sí ha estado abierta la Junta a modificar desde el principio, aunque no ha trasladado ninguna propuesta concreta, es el denominado «error de salto» que se produce con herencia o donaciones de más de 175.000 euros. Un diputado del PP puso en el Parlamento un ejemplo muy ilustrativo al respecto: «Si dos hermanos heredan 175.000 y 176.000 euros, el primero no paga nada y el segundo 26.000 euros».

Hay una coincidencia de partida entre C’s y PSOE. Que los beneficiarios sean, como ha ocurrido con la rebaja del IRPF, rentas medias y bajas. 5.977 personas renunciaron a la herencia en 2014 por no poder hacer frente a los impuestos.