La otra brecha abierta, educación y empresa

Hace unos días tuve la oportunidad en Sevilla de moderar un coloquio con destacados empresarios andaluces con un tema en el foco: la educación desde la visión de los empresarios, la brecha entre universidad y empresa. Pocos días después entrevisté para la radio al presidente de Adecco España, Enrique Sánchez, directivo en permanente contacto con el mundo laboral.

En ambos encuentros los directivos empresariales coinciden, no es cuestión de máster –tan de actualidad–, hay que hacer una profunda revisión de los esquemas actuales del sistema educativo ante la revolución digital que ya estamos viviendo, sobreproducimos un alto número de universitarios con carreras y en disciplinas muy diferentes a las necesidades y tendencias del tejido empresarial, la universidad genera perfiles con una cualificación alejada de las demandas de las empresas.

Las alarmas se han encendido. La brecha entre la educación y el mundo laboral prevalece y se incrementa. Con múltiples titulaciones y un alto número de universitarios que cada año salen al mercado resulta paradójico como con un 25% de paro en Andalucía existen empresas –especialmente tecnológicas- con serias dificultades para encontrar candidatos para sus actividades, lo que viene a advertir de que los esquemas actuales piden a gritos una actualización en el ámbito educativo, colegios, institutos y universidades.

La realidad obliga a adelantarse ante lo que viene y ahí tiene buena parte de responsabilidad todo el sistema educativo. Se necesita educar para un nuevo entorno, para trabajos que todavía no se han creado y problemas que no han surgido. Sólo el 4 por ciento de los jóvenes es consciente de que su futuro trabajo aún no se ha creado, piensan desde las empresas.

A pesar de este panorama los empresarios son cautos ante una posible destrucción masiva de empleo por la digitalización y la nueva economía. «Detrás de la tecnología siempre va a haber una persona, una máquina nunca va a sustituir la empatía ni la creatividad, algo necesario en la persona que llega a la empresa».

Sin perder de vista la necesaria formación en nuevas tecnologías, quienes están en el día a día de la empresa consideran necesario educar mejor desde el colegio en ACtitudes, APtitudes y Valores, enseñar lo que no es reemplazable por la automatización ante la empresa 4.0, las capacidades o habilidades, tenemos mucho talento pero no se fomentan y enseñan actitudes básicas, a colaborar, a trabajar en equipo, a emprender y ser proactivos.

Además, el conocimiento del mundo laboral en los jóvenes es asignatura pendiente desde el punto de vista de las empresas. Ven como una seria carencia que no se fomente la orientación laboral en los centros docentes, por lo que piden desarrollar un sistema educativo mucho más práctico, orientado al mundo laboral.

No se entiende desde el empresariado, por todo ello, que no haya pactos en temas fundamentales como la educación y piensan que ya vamos tarde en España en una tendencia que se ha consolidado en Europa, la combinación de prácticas en empresas mientras se estudia, la FP Dual, «la mejor forma de impulsar la mano de obra no cualificada, formarla y ponerla en el mercado».

Así lo ven las empresas, quienes contratan y crean empleo. El reloj corre y queda mucha tarea por hacer en tiempos de digitalización donde la velocidad se impone.