La Sábana Santa ysus secretos, al descubierto

Después del éxito cosechado en Málaga –fue visitada por más de 50.000 personas–, la exposición de la Sábana Santa llega a la capital hispalense a tan sólo 20 días vista de la Semana Mayor. Ayer quedó inaugurada en el Antiquarium del Metropol Parasol por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, quien reconoció que en un principio la muestra se iba a ubicar en la Catedral, aunque finalmente se optó por este recinto ante la inminencia de la Semana Santa y el tránsito de las cofradías por las naves catedralicias.

A lo largo de 12 salas el visitante puede conocer la historia de esta pieza, cuyo original se conserva en la ciudad italiana de Turín, y que ha desencadenado toda una batalla entre la ciencia y la religión. Desde su desde su descubrimiento allá por 1453 hasta las últimas investigaciones, incluso la prueba del carbono 14 que supuso todo un hito en el estudio del hombre de la síndone. La muestra también tiene un importante componente didáctico, y ahí el imaginero Juan Manuel Miñarro ha jugado un papel crucial. Este escultor, profesor de la Facultad de Bellas Artes, ha recreado los utensilios que se utilizaron durante la Pasión de cristo. Igualmente, bajo una de las copias de la Sábana Santa de Turín, se ubica el denominado «cristo sindónico», una talla yacente que tiene las mismas heridas que aparecen en la Sábana Santa. Una recreación del hombre que, según se deriva de la pieza textil, vivió en la misma época que Jesucristo y padeció las mismas torturas.

Zoido aseguró que la exposición servirá de imán para los turistas que visitan la ciudad durante la Semana Santa. «Sevilla tiene una gran oferta de turismo religioso, así que es un destino de referencia en este sector», aseguró, al tiempo que invitó a contemplar la muestra «ya sean creyentes o no».

Por su parte, Asenjo subrayó que se desarrolla en un momento «muy oportuno» y que constituirá un complemento «notable» a la Semana Santa. «Vamos a poder contemplar el fundamento científico y evangélico de lo que vamos a ver en las calles», señaló. Tampoco quiso pasar por alto los «numerosos elementos evangelizadores» de la muestra, puesto que «podemos observar que Cristo se dejó abofetear, coronar de espinas, fue cosido a la cruz y derramó hasta su última gota de sangre por nosotros».