Huelva

La Zona Franca de Sevilla sólo tiene 4 de las 30 empresas previstas

El recinto aspira a contar en «3 o 4 años» con recursos financieros propios

Landa (centro) criticó «cierta candidez» del Puerto de Sevilla con Majarabique
Landa (centro) criticó «cierta candidez» del Puerto de Sevilla con Majarabiquelarazon

El recinto aspira a contar en «3 o 4 años» con recursos financieros propios

El que pasa por el proyecto más destacado del mandado de Zoido en la Alcaldía, la Zona Franca, no termina de arrancar. Hasta el momento cuenta con cuatro empresas instaladas –Grupo Janonne, TRH, Sevitrade y Componentes Electrónicos Solutions– y otra en camino. Hispalense de Líquidos está en proceso de «adentrarse». En principio, la demanda reconocida era de una treintena de empresas. El delegado del Gobierno para el Consorcio de la Zona Franca de Sevilla, Javier Landa, admitió ayer en una conferencia en la Fundación Cámara que se trata de un proceso «lento». La herencia del ahora ministro Zoido echó a andar el 1 de septiembre, con el cierre del vallado. Landa espera que en «tres o cuatro años» se llegue a la veintena de entidades en la zona de beneficio fiscal. De ello depende la viabilidad del proyecto, cuando se financie con el impuesto de sociedades, esto es, cero euros a día de hoy. Los Presupuestos Generales del Estado este ejercicio destinan 1.650.000 euros a la Zona Franca.

Por otro lado, el delegado del Gobierno para la Zona Franca espera que el nuevo nodo de Majarabique, que beneficiará básicamente al Puerto de Huelva, no perjudique al área de excepción fiscal hispalense. Landa lamentó «cierta candidez» del Puerto de Sevilla, al no optar a su gestión como hizo el de Huelva. El alto cargo añadió que la Zona Franca de Sevilla «no tiene competencia» en los puertos próximos. Asimismo, apostó por el dragado realizando lo fijado por la DIA y garantizando el riego de los arroceros.

El Delegado Especial del Gobierno para el Consorcio de la Zona Franca de Sevilla habló sobre el proyecto «como oportunidad de crecimiento económico». Landa recalcó que «la Zona Franca interesa a Sevilla, porque crea empleo y crecimiento económico». Para su instalación, los «requisitos que las empresas tienen que cumplir en este recinto» pasan «por cumplir un reglamento de régimen interior, y adaptarse al modelo de contabilidad de Existencias». «Este proceso –aseguró Landa– requiere de un tiempo de adaptación, y de esfuerzo por parte del empresario, que, además de las ventajas fiscales que pueda obtener, debe aportar algo a la Zona Franca en contraprestación. A las empresas se les pide que aporten crecimiento económico y empleo». Sobre el futuro, Javier Landa habló de «expandirse en un segundo asentamiento a la zona aeroportuaria, si así lo considera el sector aeroespacial».