Sevilla

Las ayudas por las pérdidas del bus urbano se desploman

La aportación del Estado a las capitales andaluzas se ha reducido de casi 19 millones en 2011 a los 14 aprobados en diciembre

Usuarios acceden a un autobús de línea en Sevilla
Usuarios acceden a un autobús de línea en Sevillalarazon

El autobús urbano no es rentable. Esta máxima es inapelable, independientemente de que la gestión sea pública o la dirija una concesionaria. Cada año, los municipios destinan una amplia parte de su presupuesto a cubrir este servicio imprescindible. El esfuerzo de los gestores ha ido encaminado a disminuir deudas que han llegado a comprometer la viabilidad de las empresas municipales. Es el caso de Tussam. La millonaria deuda acumulada por la empresa municipal de transportes sevillana es un lastre que arrastra desde hace años, pese a los últimos ejercicios cerrados con beneficios. De hecho, en cinco años, el «agujero» pasó de 108 a 32 millones. Las cuentas de 2015 arrojaron un resultado positivo de 636.000 euros, aunque para lograrlo el Ayuntamiento tuvo que aportar casi 52 millones de euros. Sus 79,5 millones de viajeros y contar con el billete univiaje más caro de la comunidad (1,40 euros) le permiten ser la tercera capital de España que más ingresos recibe por este concepto por parte del Estado, 5,4 millones, solo por detrás de Valencia y Zaragoza, que superan los 5,5 millones. El factor definitorio para cuantificar la aportación estatal es el déficit tarifario: a más pérdidas, mayores ingresos del Gobierno.

Las subvenciones aprobadas a finales de diciembre reflejan que las ocho capitales de provincia andaluzas se embolsarán 13,8 millones frente a los 18,7 millones consignados en 2011. Granada, Málaga y Sevilla copan en orden inverso el podio de ciudades más subvencionadas. Las tres cuentan además –o contarán proximamente, en el caso de Granada– con un metro como vertebrador adicional de la ciudad. Esta circunstancia ha obligado a redefinir algunas líneas urbanas para aumentar la competitividad y no solaparse con el subterráneo.

Tras Sevilla, Málaga es la segunda ciudad con más respaldo económico estatal: tres millones que le insuflarán aire ante la creciente aportación económica del Gobierno local para cubrir el déficit de explotación –que ha crecido de los 22,5 millones de 2013 a los 27 actuales–. Granada, la tercera con mayor cuantía, percibirá casi 2,3 millones. En su caso, la gestión de la red de autobuses urbana corresponde a una concesionaria, con la que el Ayuntamiento granadino mantiene una deuda reconocida de 15 millones de euros.

A Almería aportará 435.000 euros. Cádiz recibirá del Estado 743.000 euros para los 11,5 kilómetros en los que se extiende. A Córdoba le corresponden 1,2 millones, de los que un millón se destina a sufragar las pérdidas por el precio del billete, y el resto se asigna en función de la longitud de la red, la demanda de viajeros y criterios medioambientales. Según el reparto de ayudas publicado, el Ejecutivo destinará algo más de 358.000 euros tanto a a Huelva como a Jaén.

En Cádiz (Tranvías de Cádiz), Granada (Transportes Rober) y Jaén (Autobuses Castillo), las líneas urbanas operan a través de concesionarias. Las otras cinco capitales sostienen la red con empresas públicas municipales, lo que implica un desembolso anual millonario a través de transferencias de capital.

El peso de la empresa privada en Andalucía es inverso al del resto de España. El informe anual del Observatorio de Costes y Financiación del Transporte Urbano Colectivo, en el que participan las empresas responsables de Granada, Sevilla, Córdoba y Málaga, ofrece una explicación a la falta de interés de inversores por este tipo de servicio. En él se concluye que «si bien la obtención de subvenciones de la Administración pública supone unos ingresos garantizados, la demora que le caracteriza en el pago de las mismas desmotiva a los capitales privados a competir en el sector».

Otros 21 municipios andaluces figuran entre los beneficiarios de fondos para paliar el déficit del transporte público urbano. Ocho gaditanos –Algeciras, El Puerto, Chiclana, Jerez, la Línea, San Fernando, Rota y Sanlúcar–; El Ejido (Almería); Almuñécar y Motril, en Granada; Linares (Jaén); Marbella, Estepona, Benalmádena, Rincón de la Victoria, Veléz-Málaga y Torremolinos, por la provincia malacitana; además de Dos Hermanas y Utrera, en Sevilla.