Luz de la misericordia

Decenas de miles de personas acompañaron ayer, con unas escenas que no se vivían desde 1939, por el centro de Sevilla a la procesión de Jesús del Gran Poder, en el regreso a su basílica

La luz del Gran Poder a pleno día. Luz de misericordia. Decenas de miles de personas –más de 220.000, según el Ayuntamiento, con lleno total en los 24 puntos del recorrido– acompañaron ayer, en una jornada para la historia, con unas escenas que no se vivían desde 1939 con la salida extraordinaria posterior al término de la Guerra Civil, por el centro de Sevilla a la procesión de Jesús del Gran Poder, en el regreso a su basílica, después de que haya presidido en la Catedral el jubileo de hermandades y cofradías en el Año de la Misericordia.

El cortejo partió de la Catedral a las 11:00 horas y llegó a su basílica en torno a las 16:00 horas, después de que se descartara hacer su vuelta el pasado sábado, como estaba previsto en principio, por las inclemencias meteorológicas. La imagen de Jesús del Gran Poder presidió el sábado en la Catedral el acto central del jubileo que motivó esta salida extraordinaria –que tuvo lugar el jueves–, en la que participó el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, y a la que acudieron más de 500 hermandades. En su recorrido de vuelta a la basílica, la imagen desfiló por las calles más céntricas de Sevilla, abarrotadas para la ocasión, debido a lo histórico de esta salida extraordinaria. Más de 100.000 personas ya acompañaron al Gran Poder el jueves en su salida extraordinaria, con un recorrido de unos dos kilómetros. En la ceremonia del sábado en la Catedral, con numerosos representantes institucionales, también estuvo presente el nuevo ministro del Interior y ex alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido.

Los retales para la memoria acontecieron por segundos. En la Plaza Nueva, sobre una alfombra de romero, con la Banda Municipal tocando «Iones» y «Sevilla Cofradiera» de Gámez Laserna, que concluyó entrando en la calle Granada. En 1965, en otra salida extraordinaria con motivo de la apertura de su basílica, también se vivió una estampa del Gran Poder en pleno corazón geográfico y administrativo de la ciudad, asimismo, con marchas. La coral en Entrecárceles. En la Capilla de Montesión, plaza abarrotada, con la Banda de la Cruz Roja, «Nuestro Padre Jesús» y «La Madrugá» de Abel Moreno. Las saetas por las calles de Sevilla a plena luz del día. Las avenidas como ríos de fieles. A las 10:30 horas, ya había fieles esperando en la Capilla de Montesión y en el Ayuntamiento. Los niños (que el pasado jueves no pudieron disfrutar tanto del cortejo), con la boca abierta. También los padres y abuelos, con lágrimas en los ojos en muchos momentos. Una escolanía en la Iglesia de San Pedro. La primera visita al convento de Santa Ángela, donde las monjas cantaron al Gran Poder. El recorrido por la Alameda, en un trayecto muy diferente al de la Madrugada. El Gran Poder entre Hércules y Julio César, señor de Sevilla. O ante la Amargura. En San Juan de la Palma. El himno de España tocado para el Señor en el órgano de la Catedral. El Gran Poder ante la Virgen de los Reyes, con la cuadrilla del Mayor Dolor y Traspaso portando al Señor, que se arrió ante la tumba del beato Marcelo Spínola. Las campanas de la Giralda doblando por el Gran Poder. El respeto a la subida de la Cuesta del Rosario. Las lágrimas de los devotos al llegar al Salvador. El contraluz del Señor en San Pedro, pasadas las 13:00 horas. Aún resuena en la ciudad, y en la memoria, primero el silencio y después el eco del aplauso con el que la ciudad despidió al Señor de Sevilla pasadas las 15:58 horas, un momento para la historia, en la plaza de San Lorenzo.