Elecciones andaluzas

Mayoría absoluta de la abstención

La Razón
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Igual que la «Nada» en «La historia interminable», la abstención amenaza con abarcarlo todo en respuesta a la desafección política. En la línea de la encuesta publicada por LA RAZÓN el pasado domingo –que situaba la abstención en un 47,1%–, el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) de invierno 2014 presentado ayer en Granada por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Capdea), dependiente de la Universidad de Granada, cifra en un 44,3% la abstención en las urnas y en un 2,2% el voto en blanco. El desempleo, la corrupción y la política son, en este orden, los «principales problemas de Andalucía». La desafección brota como un síntoma de la profunda infección del cuerpo político, que llega hasta tal punto que el 79,7% de los andaluces se sienten poco o nada satisfechos con el funcionamiento de la propia democracia.

El término «desafección política» fue presentado en la década de los 70 para describir las actitudes y orientaciones negativas hacia el mundo político, con el distanciamiento entre éste y la ciudadanía como consecuencia. La abstención en 2012 llegó al 37,7% (más 0,58% de votos nulos y 0,91% de votos en blanco); en 2008, al 27,33% (más 0,63% de nulos y 1,06% de votos en blanco); en 2004, al 24,15%; en 2000, 31,29%; en 1996, 22,06%; en 1994, 32,7%; en 1990, 44,68%; en 1986, 29,32%; y en 1982, al 33,8%. La que barajan los sondeos en la actualidad alcanzaría, prácticamente, a uno de cada dos posibles votantes. La directora del Capdea, Carmen Ortega, y el director de trabajo de campo, Ángel Cazorla, destacaron que los resultados del estudio demoscópico –realizado entre el 8 de enero y el 7 de febrero, 3.200 entrevistas en la región– evidencian «de forma alarmante» el grado de «apatía política» por parte de la población y el «desgaste» del bipartidismo. Según el Egopa, la participación caería al 55,7%, lo que equivaldría a la tasa más baja de la historia en unas elecciones democráticas en Andalucía. El umbral de la participación está en el 56% que se registró en 1990. El de las últimas elecciones autonómicas ya fue el segundo peor dato histórico de participación al ser más bajo que el de los comicios de 1982.

Sobran los motivos para la desafección, según los propios resultados del sondeo. La gestión del Gobierno andaluz es valorada por el 34,7% de los encuestados como «bastante mala o muy mala», por más que esa percepción negativa caiga 23,5 puntos respecto al último sondeo. En detalle, un 23,8% cree que el Gobierno andaluz no es «ni bueno ni malo»; un 25,5%, «bastante malo»; un 9,2%, «muy malo» y un 1,2% lo califica como «muy bueno». El bipartito PSOE-IU también es valorado negativamente por el 48,6% de los encuestados. El 45,5% de los encuestados considera «bastante mala» o «muy mala» la labor de Izquierda Unida como socio en el Gobierno andaluz. El 69% cree que la oposición del PP es «bastante mala o muy mala». Un 10,1% cree que es «bastante buena». El Gobierno de Rajoy es calificado como «bastante malo» por el 32,1% de los andaluces y «muy malo» por el 38,4%.

El 71,8% de los encuestados opina que la situación económica de Andalucía seguirá igual o empeorará. El paro es el principal problema para el 89,2% de los encuestados. Le sigue la corrupción (48%); la política (31%); la marcha de la economía (28,2%); la sanidad (21,6%); la educación y la enseñanza (21,1%); la vivienda (8,6%) y la desigualdad social (8,3%).

El 90,3% de los andaluces considera «mala o muy mala» la situación económica de la comunidad, tres décimas más que hace seis meses y por encima de la percepción negativa en relación a la economía nacional, situada en un 88,9%. Un 57,3% de los encuestados cree que la coyuntura seguirá igual y un 14,5% que empeorará.La situación política es considerada «mala o muy mala» por un 73,8% de los encuestados.

El estudio señala que el 54,6% de los encuestados tiene poco o ningún interés por la política en general. La política es vista con «desconfianza» por el 43,5% de los andaluces; con irritación por el 27,2% y con aburrimiento por el 9,6%. El 6% siente indiferencia. Sólo un 6,8% tiene interés y un 5,5 compromiso. El entusiasmo político se reduce al 0,9% de la población. El 38% se considera de centro izquierda; el 29,7%, de centro; y el 17,5%, de centro derecha.

Sólo las universidades tienen la confianza de los andaluces, con una nota de 6,1. El Defensor del Pueblo (4,7), los ayuntamientos (4,1), la Fiscalía (4), la Presidencia de la Junta (4), el Consejo Audivisual de Andalucía (3,8), el TSJA (3,8), la Administración andaluza (3,7), el Gobierno de la Junta (3,7), el Consejo Consultivo (3,6), el Parlamento (3,5) y las diputaciones (3,4) suspenden.

De celebrarse ahora las elecciones, el PSOE sería la fuerza más votada con el 36,7% (seis décimas respecto al último estudio del Capdea) de los votos frente al 31,1% del PP (dos puntos más). Una diferencia de 5,6 puntos en estimación de voto, aunque con ambas formaciones estancadas en las estimaciones. IU seguiría como tercera fuerza más votada, con el 15,5% de los sufragios, tres puntos menos que en el último sondeo del verano de 2013. UPyD se consolida como cuarta fuerza, con el 7,4% de los votos. El PA obtendría el 3%. La encuesta publicada por LA RAZÓN daba 2,1 puntos de ventaja al PSOE sobre el PP, lo que se traduce en una exigua ventaja de 68.000 votos. La encuesta de Nc Report para este diario también daba representación parlamentaria a UPyD. La irrupción de nuevos partidos en la Cámara puede interpretarse como parte de ese proceso de desafección, unido a la abstención, el voto en blanco y el nulo. El PSOE se mantiene como el partido con más simpatías en la región, con un 25,7%; el PP sube casi cuatro puntos, hasta el 19,6%; IU alcanza un 13,5%; UPyD, un 8,6%; y el PA, un 1,7%.

Todos los líderes políticos suspenden, salvo Susana Díaz con un aprobado raspado. Antonio Maíllo (4,1); Antonio Jesús Ruiz (3,9); Esteban de Manuel (3,6); Zoido (3,6) y Martín de la Herrán (3,4) suspenden. El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, se queda en un 4,1. En política nacional, la mejor valorada es Rosa Díez, con un 4,5.

La presidenta de la Junta es también la política más conocida (83%), seguida de Zoido (61,6%) –Moreno Bonilla todavía no se había postulado como líder cuando se realizó la encuesta–; Maíllo, por IU (25,1%); Antonio Jesús Ruiz, del PA (7,4%); Martín de la Herrán, de UPyD (4,7%); y Esteban Manuel, de Equo (2,6%). El vicepresidente Valderas es conocido por el 67,3% de los encuestados.