Andalucía

Nuevo rumbo: el alejamiento de Cs acerca a PSOE y Podemos

Marín critica una ejecución del 0,01% en un programa para que las empresas creen empleo

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en el Parlamento andaluz
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en el Parlamento andaluzlarazon

La sesión parlamentaria de ayer fue atípica porque ni la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, ni el líder de IULV-CA, Antonio Maíllo, dirigieron preguntas a la presidenta de la Junta. La primera por una cuestión médica y el segundo cedió el testigo a Elena Cortés para que una mujer levantara la voz sobre los derechos de este colectivo en vísperas de los paros programados para hoy. Y ciertamente el discurso de Cortés fue una filípica –leída de cabo a rabo, pero una filípica– sobre los incumplimientos de género del Ejecutivo. Pese a los cambios en las intervenciones el Pleno sirvió para visualizar un nuevo tablero político. El acuerdo sobre financiación suscrito por todas las fuerzas del arco parlamentario salvo Ciudadanos ha alejado a este partido de Susana Díaz. Cs trata además de marcar distancias al calor de las buenas expectativas que le otorgan las encuestas y la posibilidad de que la vuelta del verano se inaugure con anuncio de elecciones. Como efecto rebote Podemos y PSOE acercan posturas.

La sustitución de Carmen Lizárraga por Teresa Rodríguez contribuyó a que se visualizaran los puntos de coincidencia. La relación política entre la líder andaluza de Podemos y Susana Díaz descarriló hace tres años y no se ha enderezado. Lizárraga destacó el acuerdo de financiación como un logro conjunto al tiempo que avisó a la presidenta de la Junta de que sus socios parlamentarios le van a «apretar las tuercas del conservadurismo» para «derechizar» su acción de gobierno. Como receta para frenar la «hipoteca naranja», en obvia alusión a Ciudadanos, le recomendó mirar a su izquierda.

Susana Díaz agradeció el tono –menos híspido que el de Rodríguez– y el trabajo de Podemos en la mesa sobre financiación. Pero en modo alguno aceptó las recomendaciones sobre sus amistades parlamentarias. Al contrario, animó a Podemos a darse cuenta de que Ciudadanos no ha sufrido el abrazo del oso por acercarse al PSOE como pronosticaban los gurús del análisis político, sino que va viento en popa en las encuestas a tenor del último sondeo del Egopa según el cual duplicaría su resultado si se celebraran elecciones. En cuanto a la financiación, actualizó la frase de Chaves en tiempos de Maragall de que «lo que es bueno para Andalucía es bueno para Cataluña y viceversa». «Lo que es bueno para Andalucía, deslizó Díaz, es bueno para España» y al revés.

El portavoz de Cs estuvo algo más crítico con la Junta, «ma non troppo». Juan Marín tiró de los datos de la Oficina de Control Presupuestario a 15 de diciembre para almidonar su discurso de que Andalucía está creciendo y creando empleo aunque de forma insuficiente, ya que no se ponen en carga todos los recursos al alcance de la Administración. En este sentido, apeló a que la Junta ha «puesto en carga» sólo el 63 por ciento de la partida de infraestructuras para la competitividad. Concretamente 685 millones de 1.300. En el caso de las ayudas para que las empresas creen empleo el resultado es aún peor al bajar la ejecución al 0,01 por ciento: 162.000 euros de 99 millones. Marín pidió una evaluación de las políticas porque en su opinión no se trata sólo de más recursos sino de emplearlos mejor. Para la presidenta de la Junta «sí es una cuestión de dinero». Así lo repitió y lo subrayó en varias ocasiones durante su intervención. Antes y después de dirigir una frase a Marín que no pasó inadvertida: «Usted me cae bien, y lo entiendo». Susana Díaz entonó el agravio por el trato del Gobierno: un déficit de 5.522 millones por la mala aplicación del sistema de financiación y el recorte en inversiones.

«Baje del coche oficial y entre en la Andalucía de interior»

El cruce parlamentario entre Susana Díaz y Juanma Moreno estuvo plagado de reproches mutuos pese a que el presidente del PP-A también comenzó destacando el acuerdo sobre la propuesta de financiación: «Su formación lo puso en duda con todo el ahínco pero ya le advertí de que sería más fácil llegar a un acuerdo con el PP que con sus compañeros de partido». Díaz ironizó con que Moreno había ido a Jaén a hacerse la foto y a coger aceitunas con guantes. A partir de ahí se incendió el debate. «Baje del coche oficial y entre en la Andalucía del interior», apostilló Moreno.