Narcotráfico
Plantando cara al contrabando
Altadis reúne en Sevilla a medio millar de estanqueros para plantear medidas, junto a instituciones, Fuerzas de Seguridad y Agencia Tributaria, contra el tráfico ilegal de tabaco
El contrabando de tabaco no sólo tiene un impacto negativo en los estanqueros, fabricantes y distribuidores, sino que se ha convertido en un problema social con ramificaciones delictivas cada vez más perseguidas y castigadas. Ayer, medio millar de estanqueros se dieron cita en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, convocados por Altadis, para analizar las caras del tráfico ilegal de tabaco y plantear posibles soluciones junto a instituciones, fuerzas de seguridad y la Agencia Tributaria. El presidente de Altadis, Juan Arrizabalaga, dio la bienvenida a los asistentes y remarcó que el comercio ilícito de tabaco es ya una «lacra social con un gravísimo daño colateral: la enorme pérdida en la recaudación de impuestos, que perjudica a toda la sociedad».
Los datos demuestran la dimensión del problema: casi el 11 por ciento de las ventas de tabaco en España provienen del contrabando, lo que supone detraer de las arcas públicas cercas de 1.000 millones de euros. «Una ingente cantidad de dinero que podría estar dedicándose a beneficios sociales», subrayó Arrizabalaga. Andalucía no es ajena a esta problemática. Es más, es la región española que concentra un mayor volumen de actividad ilícita, con 796 millones de euros de impacto en 2014, 266 más respecto al año anterior. Sin embargo, el balance del primer trimestre del año invita al optimismo, al menos los datos a nivel nacional. El contrabando se redujo del 12,5 por ciento al 10,6. En Andalucía las cifras siguen siendo escandalosas, ya que se ha reducido del 45,6 por ciento al 34,6. «Ello nos obliga a mantener e incluso intensificar nuestra beligerancia en la lucha frente al contrabando», subrayó Arrizabalaga.
En la primera mesa redonda participó el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, quien reconoció que en este asunto «hemos pasado de la indiferencia a la preocupación penal e incluso supranacional». Según Del Río, el fenómeno resurgió con fuerza en 2010, convirtiéndose España «en un país de destino y no sólo de paso» hasta el punto que, en 2014, se incrementaron las actuaciones penales en un 169 por ciento. «Se están arbitrando los mecanismos legales para perseguir el delito de contrabando», aseguró, al tiempo que recordó que el umbral para que sea considerado delito está fijado en 15.000 euros.
Por su parte, el delegado Especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Ceuta y Melilla, Alberto García, recordó que entre 2006 y 2013 el dinero obtenido a través del contrabando ilegal pasó de 60 millones de euros a casi 120, todo ello en un contexto en el que «la sociedad iba demandando tabaco más barato, ya que el precio se encareció por la fácil introducción ilícita y la necesidad de recaudar más».
Gibraltar es un caso paradigmático de la venta ilícita. Según García, el dinero defraudado en el Peñón asciende a 75 millones de euros. En este sentido, el teniente coronel del Servicio Fiscal de la Guardia Civil Jesús Castilla terció para remarcar que «el contrabando se ve como algo natural en Gibraltar». «Es complicado concienciar a la gente de que es jugar sucio, en definitiva, hacer trampa». El inspector jefe del Grupo de Delitos contra la Propiedad Intelectual de la Policía Nacional, José Luis Gómez, por su parte, advirtió de que los grupos organizados se están dedicando cada vez más al contrabando de tabaco.
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