Sevilla

Rajoy llama a rebato para frenar el «sorpasso» de Cs

Insta al PP a «dar la batalla» electoral «barrio a barrio» y «casa a casa». No descarta que haya un adelanto de los comicios en Andalucía

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a Beltrán Pérez, Juanma Moreno, Virginia Pérez y Dolores López, ayer en Sevilla
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a Beltrán Pérez, Juanma Moreno, Virginia Pérez y Dolores López, ayer en Sevillalarazon

Insta al PP a «dar la batalla» electoral «barrio a barrio» y «casa a casa». No descarta que haya un adelanto de los comicios andaluces

El entramado de interrelaciones entre los partidos políticos comienza a cambiar movido por la pronta entrada de una campaña impulsada a golpe de encuesta. El presidente del Gobierno central y líder del PP, Mariano Rajoy, tensionó ayer en Sevilla a éste, de cara a las próximas citas electorales, en un discurso trufado de dardos dirigidos sin nombrarlo a Ciudadanos (Cs). «Tenemos mucho trabajo por delante», dio la voz de alarma. Antes de hacer inventario de los logros económicos de su Ejecutivo, Rajoy instó a los suyos a «volcarse en las elecciones municipales de mayo de 2019, que coinciden en esta ocasión con las europeas». Pero hubo más. Les avisó de que deben «estar preparados para las elecciones andaluzas», haciendo oídos sordos al hecho de que la presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, haya negado en los últimos días que vaya a abortar la legislatura. Los populares no se fían de la palabra pública de la máxima dirigente del Gobierno autonómico y no quieren que ésta los pille por sorpresa. Abriendo el foco, el presidente del PP sostuvo que su formación tiene que «elegir a los mejores candidatos y a los equipos con más ganas de trabajar sin descanso para pedir el apoyo de los sevillanos y de todos los españoles». «Queda poco más de un año para escuchar las demandas de la gente, para preparar los mejores programas, para dar cuenta de lo que hemos hecho y para explicar nuestro proyecto de futuro», enumeró. Es más, Rajoy tiene claro cómo deben los populares «dar la batalla». «Éste es un partido que no es una fuerza política de aficionados, es un partido muy curtido, muy bregado, que ha sabido superar momentos malos, que ha aportado, y muchas cosas, a nuestro país», arrancó para concretar luego la estrategia de movilización que debe seguir el PP para hacer valer esa calidad de partido con idéntico discurso en «todos los rincones» del país. «La batalla será barrio a barrio, casa a casa y a todas las horas del día, todos los días de la semana», condensó.

De vuelta a los cabeza de cartel, avisó de que han de estar «comprometidos» con «la defensa de la ley, la Constitución y la nación española», además de con la «transparencia» y «el servicio público». Auguró el presidente del Gobierno central que éstos sabrán «resistir los ataques de toda forma de populismo» y «plantar cara a los oportunistas». «Que de todo hay en la viña del señor», apostilló.

Animó al auditorio que lo escuchaba a «contar» a la ciudadanía «lo mucho» que los populares «han hecho», como formación «útil» que es y, sobre todo, a exponerles «el proyecto de futuro» que arman. «Somos el partido de la recuperación económica y del empleo y a ver quién lo discute. Lo tenemos acreditado», llegó a proclamar. Enumeró algunas de esas conquistas e insistió en que el principal objetivo del Gobierno que comanda es dejar a 20 millones de españoles trabajando, pese a las «zancadillas». Una situación que, afirmó, «ocurrirá» en 2019.

«El buen gobierno es seña de identidad del PP, respondemos siempre, sobre todo, en los momentos difíciles. Y ya sabemos a dónde son capaces de llevarnos las políticas que algunos proponen» lanzó en clara alusión a los socialistas. Pero no se quedó ahí. «De otros, y esto es incluso peor –sumó–, no sabemos qué se puede esperar porque nunca han gobernado nada y nunca han asumido ninguna responsabilidad, por si se ve quiénes son realmente y porque creen que así son más fuertes», argumentó. No así el PP que afronta «sus responsabilidades en los momentos mejores y en los duros», presumió.

No dudó Rajoy en reclamar a los asistentes al acto «un esfuerzo» y que se «tomen en serio» la búsqueda de votos porque «la única batalla perdida es la batalla no dada». Pero cuando a éstas se les hace frente «con ilusión, con ganas, con empeño, con personalidad y sin dejarse afectar por los dimes y diretes, las batallas se ganan», aseveró en Andalucía, una comunidad donde el PP ha logrado mantenerse como la primera opción en los comicios generales. «Os lo dice uno que alguna experiencia tiene, y no voy a criticar la falta de experiencia de otros», insistió a vueltas con Ciudadanos, partido que sustenta a Díaz en San Telmo, y a quien reprochó que no quieran que «la voz del PP, disponiendo de un Grupo Parlamentario, se oiga con fuerza» en la Cámara catalana, «defendiendo las posiciones de los constitucionalistas». «Lo siento. Tendrán que explicárselo a nuestros votantes y a los suyos», zanjó.

Tampoco se olvidó de la formación naranja que muerde los talones, a las luz de los sondeos, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, de nuevo sin mencionarlo. Durante su intervención puso el acento en que mientras ese partido, comandado en la región por Juan Marín, presume de haber atesorado 500 afiliados en 2017, los populares incorporaron casi 6.000, en concreto 5.937, lo que los situó en los 170.000 y sin haber dejado de crecer ningún año. Para Moreno, su partido es el único capaz de acabar con la anomalía de la única comunidad sin alternancia en el poder. Por ello urgió a la concurrencia a trabajar «con intensidad» los próximos meses. «Tenemos una oportunidad histórica», espoleó, para la que «llevan», admitió, «cuarenta años preparándose». Sobre corrupción no se pronunció ni una palabra.

Pide al PSOE que no haga «política de la mala» con el sistema de financiación

«Quiero acordar un nuevo sistema de financiación autonómica». Así de contundente se mostró ayer en un acto del PP en Sevilla el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero para dejar claro luego que no tolerará el arte de decir y no actuar. El líder de los populares pidió que «no se haga política de la mala» con esa reforma, que no se use para «atacar» al Ejecutivo que dirige porque éste «no aprobó» el modelo actual, impulsado por un Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, recordó que él mismo «votó en contra» cuando «otros» lo pusieron en marcha sin querer «pactarlo con el PP» además. Rajoy no pretende repetir esquema y asegura que lo negociará con el PSOE, dado que éste, entre otras cuestiones, «gobierna en muchas» de las comunidades que lo van a tener que aplicar. «Estoy dispuesto a sentarme con el PSOE», insistió, pero con matiz crítico hacia el rival desunido: «Pero no con una parte, tengo que pactar con todo el PSOE, porque es mi obligación», dijo. En cualquier caso, dejó meridiano que «lo que es injusto» es que «se use este tema políticamente y no se dé un solo paso para intentar construir algo positivo. Eso es engañar a las personas y no lo voy a hacer nunca», garantizó. «Si quieren modelo de financiación autonómica aquí estoy», concluyó.

No le faltó la respuesta de quien ha hecho de ese cambio una de sus banderas. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, tiró de su perfil de Twitter para exigir a Rajoy que «cumpla con la ley», junto a la «palabra» que le dio a los presidentes autonómicos, y «presente de una vez un nuevo modelo de financiación regional. Ya antes, la secretaria de Formación del PSOE-A, Ángeles Férriz, cifró en 5,522 los millones que Andalucía «ha dejado de ingresar» por esa vía.

Beltrán Pérez se postula para dar una «alegría» con Sevilla

Aún no hay una decisión oficial tomada, pero la puesta en escena de la Convención de Distritos del PP de Sevilla de ayer animó a pensar que Beltrán Pérez será el aspirante de ese partido para volver a hacerse con la Alcaldía de la capital hispalense. De hecho, el portavoz popular en el Ayuntamiento trasladó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que Sevilla «nunca le ha fallado» y que el PP «le dará la alegría» de ganar en 2019. Recibido en la tribuna al grito de «alcalde, alcalde», Beltrán dejó claro que su partido «rebosa ganas» de arrebatar la Alcaldía al PSOE. Y lo hizo ante el propio Rajoy, los ministros Juan Ignacio Zoido y Fátima Báñez; el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo; el vicesecretario de Política Regional y Local, Javier Arenas, su valedor; el presidente del PP-A, Juanma Moreno; o la presidenta del PP de Sevilla, Virgina Pérez. Para Beltrán el actual regidor, el socialista Juan Espadas, «ni está ni quiere ni sabe hacerlo», al parecer más «un consejero» de la presidenta andaluza Susana Díaz, que el regidor de «la quinta ciudad de España» que debería contar con una «capitalidad activa». Con todo, el propio portavoz del PP en el Consistorio quiso desligar el acto de ayer de un hipotético apoyo a su posible candidatura. La designación de los «alcaldables» para las capitales andaluzas está pendiente de la decisión que consensúen la dirección nacional y regional del partido, algo que el PP-A espera que se cierre en el primer trimestre del año. Por eso Rajoy no quiso confirmar a Beltrán Pérez como aspirante, pese a la atmósfera electoral del acto.