Tan sólo un 9,4% de los alumnos se benefician de las obras en los centros

De la cascada de datos que aportó ayer la consejera de Educación, Sonia Gaya, se extrae uno que muestra a las claras las debilidades de la gestión educativa, sobre todo en materia de equipamientos. Gaya destacó el «esfuerzo» de su departamento durante todo el año, y especialmente en los meses de verano, para que los centros puedan desarrollar su actividad con normalidad durante el curso escolar. En concreto, aseguró que se han invertido 28,8 millones de euros en distribución de mobiliario, material y equipamiento tecnológico, junto a la ejecución de 412 intervenciones, referidas a la construcción de nuevos edificios, ampliaciones y reformas, por un importe de 60,65 millones de euros. En este sentido, recordó que casi 135.000 alumnos se beneficiarán de estas actuaciones, lo que supone un 9,4 por ciento del total de estudiantes que acuden a los centros de titularidad pública.

Otro de los asuntos más polémicos cada inicio de curso son las instalaciones provisionales o caracolas. La consejera señaló que la Junta tiene previsto retirar un total de 181. En cuanto al plan de eliminación del amianto, que se desarrolla durante el verano cuando los centros están cerrados, se han llevado a cabo 69 intervenciones. En total, se invertirán 60 millones de euros en los seis años que dura el plan.

La iniciativa que no termina de coger velocidad es el plan de bilingüismo. Gaya aseguró que este curso se incrementa en 84 la red de centros con este tipo de enseñanza, hasta llegar a los 1.455, de los que 1.417 están sostenidos con fondos públicos. En total, serán 460.975 los alumnos escolarizados en centros públicos los que recibirán formación en un segundo idioma, un 32 por ciento del total. El porcentaje de centros bilingües, un 30 por ciento, también dista mucho de la planificación inicial del plan, que fue una prioridad hace una década y que continúa desinflándose.