Arte, Cultura y Espectáculos

Venecia y sus misterios se mecen en «Adriático»

La escritora Eva Díaz Pérez, ayer en Málaga
La escritora Eva Díaz Pérez, ayer en Málagalarazon

Amanece en la laguna mientras las góndolas se mecen con el balanceo fúnebre de las olas. Al fondo, la basílica de Santa María de la Salutte sigue envuelta entre las brumas que alcanzan la punta de la Aduana. Venecia sigue su curso hacia las profundidades pero devolviendo a la superficie historias que contar y leer. Con esta ciudad irrepetible de fondo, la escritora y periodista Eva Díaz Pérez ha escrito «Adriático», un libro editado por la Fundación José Manuel Lara con el que ha logrado el Premio Málaga de Novela 2012.

Narra una historia de misterio trazada a cordel entre la ciudad de los canales y Trieste. «Se trata de una novela que cuenta la historia de un profesor al que la municipalidad de Venecia le encarga catalogar los objetos que aparecen entre las aguas. Allí aparecen objetos de todas las naturalezas», comenta la autora, que la primera vez que fue a la ciudad se le cayó un souvenir en el Gran Canal. Aquel momento de «torpeza» le llevó a pensar en la gran cantidad de cosas que permanecían ocultas bajo las aguas durante siglos. Una curiosidad que aumentó con el paso de los años, siempre le interesó «qué había detrás de la postal» que ven los viajeros y turistas de la ciudad italiana.

«Adriático» es el segundo libro de una trilogía que dedica a Europa tras «El sonámbulo de Verdún». «Mis tres primeras novelas se centraron en la memoria de España, en el país que no pudo ser y recuerdo que cuando terminé la última me apetecía mucho centrarme en Europa. Tenía mucho interés como reflexión sobre nuestra época. Creo que es interesante el proyecto que tengo, una colección de novelas para explicar Europa mediante éstas. Europa está un poco perdida y no sabe muy bien por dónde tirar. Se ha olvidado mucho por dónde va. Se ha centrado mucho en el mundo frívolo del 'presentismo' y la dictadura de los mercados. Ha olvidado todo lo que le dieron los siglos anteriores y estas novelas son una reivindicación de todo ese mundo europea del que tendríamos que estar orgullos y servir para seguir hacia delante».