Vivir de la infamia

Acostumbrada a vivir con una auténtica estrella, Dulce ya posa, mira y habla en plan diva. Isabel confirma que Mario le ha pedido casarse, pero ella no le ha respondido

Primer domingo de julio, para mí el mes ideal del verano, por tanto las revistas del corazón se hacen indispensables, pero ya de tarde en esas horas tranquilas y con el sofoco del sol ya calmado. Las mañanas son para paseo, aperitivo en chiringuito, comida en terraza frente al mar, café, copa donde el hielo sea estrella, siesta o «tumbuning». Incluso practicar algún juego erótico, que casi siempre relajan mucho. Sin dudas el plato fuerte de la semana lo ha servido el boletín oficial del estado televisivo, versión Telecinco, revistas antes conocida por Lecturas. Aparece en portada una mujer a la que su sonrisa se le queda helada , falsa, aunque su nombre sea Dulce. Ella es a las informaciones rosas lo que Podemos quería ser en la política. El titular es de los más siniestros que recuerdo: «Sufrí acoso sexual en casa de Isabel Pantoja». Jorge Javier Vázquez le preguntó en directo en la gala de «Supervivientes» quién te acosó. Ella volvió a convertirse en esfinge –como le puso de mote Mila–. Jorge le dijo que Agustín Pantoja no pudo ser, su madre tampoco, quién queda. Hay un rencor, un despecho en el interior de esta mujer del que no tiene cura, la publicación juega hábilmente con ello, con lo que ceba el interés por leer en el interior quién era la acosadora o acosador. Ya nos enteramos que fue Julián Muñoz, según la versión de la amargada Dulce. Puede pensarse que si esta mujer pertenecía al personal que trabajaba en la casa de la artista, que además parece que tenía una gran confianza de la señora de la casa, si viene la pareja de la misma y le hace alguna insinuación, que ella se callara y siguiera como si nada, pero si como asegura era un calvario y casi una exigencia la que ejercía Julián con la empleada, es difícil de creer que lo sufriera como el anuncio de Hemoal, en silencio. Han pasado más de 5 años de la ruptura de Isabel y Julián, tampoco en este tiempo la actual estrella mediática hizo público ni denunció este grave delito. Lo hace ahora, previo pago. El contar esta historia aumenta el precio de la exclusiva, cuando Muñoz está con la salud quebrada y con mil problemas pendientes con la justicia. Venganza servida no fría, helada. En Lecturas Jorge Javier, escribe que no ve muy duradero el cariño de la niñera e Isa. Esta mujer del martirio anónimo que ella cuenta ha pasado a personaje de portada, a ganar fuertes cantidades de dinero por sus participaciones en programas televisivos y exclusivas caras, como la de esta semana. Acostumbrada a vivir con una auténtica estrella durante muchos años, cual «Eva al desnudo», ya posa, mira y habla en plan diva, como para volver a chica de servicio, por lo que tendrá que seguir en la noria del corazón, quedándole siempre por contar el gran secreto que todos quieren saber: hasta dónde llegaba su amistad con Isabel. Por tanto, un día rozará unos límites que Isa no podrá soportar, aunque no sea por cariño a su madre, por su propia imagen, y se romperá ese cariño inmenso que se tienen. Esto será un gran regalo para Dulce, que podrá contar todos los secretos de la que ella llama su niña, y como la joven, a pesar de su juvenil edad, tiene, como se decía antiguamente, «muchos kilómetros recorríos»... Más posibilidades de seguir en ese campo minado, que es contar los secretos íntimos de los que te pagaban por atender lo más valioso que uno tiene: su hogar.

Pero volvamos a lo tradicional en las revistas del color, alegría, lujo, glamour y, si me apuran, algo de desenfreno. «¡Hola!» es mágica, por ello en su portada nos ofrece 3 parejas 3, destacada la compuesta por Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. En este caso, se hace realidad aquello de que los buenos amores hermosean. Están magníficos. Isabel confirma que Mario le ha pedido casarse, pero que ella no le ha respondido, pero que si hay boda, no sería ni multitudinaria, ni de blanco. Consejo, no dejes el sí para mañana, pudiéndolo dar hoy, que están los tiempos muy difíciles y los pasaportes muy gastados. Segunda: dos bellezones, Eva González y su marido Cayetano Rivera. Ella está deslumbrante. Un paréntesis: estas parejas estaban en el castillo de Windsor, en la cena que el Príncipe Carlos ofrece a Porcelanosa por sus contribuciones a las obras sociales de la Fundación Príncipe de Gales. Decía Eva, que acudía por primera vez, que le había sorprendido la simpatía y naturalidad del heredero británico, que bromeó con ella durante la cena por su vinculación con «Masterchef». Eso es el oficio real bien aprendido, sin contar que quedarse embelesado con Eva es lo normal, sobre todo si al llegar a casa, como es el caso de Carlos, te encuentras con la Camila de turno. He oído contar a una infanta de España que, antes de ir algunos actos en nombre de la Corona, le daban instrucciones y le enseñaban fotografías de aquellas personalidades a las que tenía que saludar por su nombre y con gran afecto, y de otros a los que bastaba saludar con cortesía. La tercera pareja: Richard Gere y Alejandra Silva. El gran actor sigue enamorado a tope. « He encontrado la vida que siempre busqué», no hace falta añadir ni una coma. No se pierdan la doble página con las tres pareja juntas, es la viva imagen del glamour absoluto.