Cataluña
Y llegaron las lluvias
El viernes, cuando escribo este artículo, por fin la lluvia apareció de madrugada, acompañada de truenos y relámpagos y al amanecer el cielo nublado daba esperanzas de más agua y, sobre todo, qué descanso para los ojos que llevaban cegados por la luz intensa del sol desde abril. Claro que, para tormenta con truenos y rayos a miles, la de la Audiencia Nacional. ¿Cómo será la primera noche en la cárcel de un vicepresidente de Cataluña, ayer con todo el poder, que aplicaba casi de forma dictatorial, hoy reo en una celda y sabiendo que esto no va ser cosa de días? Porque se comenzará la Instrucción; luego el juicio oral, si no salen absueltos tanto Él, como sus compañeros del gobierno tienen años por delante viviendo, eso sí, de mala manera, a costa del erario público. Por lo tanto, debieran mirar bien su situación actual y futura y procurar que las masas lanzadas a las calles por la CUP y las organizaciones que capitanean los Jordis se desahoguen, pero con mesura. Lo mismo debe hacer el presidente a la fuga, para que después de las elecciones se pueda llegar a los acuerdos que permitan dejar el problema de Cataluña enfriado por años. Sería entonces cuando, como generosa prueba de reconciliación, el Gobierno de turno podría aplicar medidas de gracia, que sirvieran como una especie de bálsamo para los locos que estaban convencidos de que el Gobierno no haría nada y menos los jueces .
Pero ya está bien de problemas, que si he venido manteniendo que las revistas del corazón son para el verano, acompañadas de tumbona, cervecita y unas buenas aceitunas, qué decir en otoño, con lluvia y el fresco que te obliga a recurrir a un buen jersey. Silloncito, buena luz, mejor brandy acompañado de los primeros dulces navideños y a repasar con mirada crítica, al tiempo que irónica, las siempre entretenidas revistas de la semana. De «¡Hola!» ya les adelanté portada con anuncio de boda, pero el amor está pegando fuerte, por ello, las tres ventanas de portada están también dedicadas al mejor de los sentimientos: el amor de pareja. Así aparece Isabel Sartorius, a quien se la empareja con César Alierta, maduro empresario. Con la serenidad que dan los años, no siempre es así, a ver si dejamos ya colocada a Isabel, porque para los lectores empedernidos de estos formatos ciertos personajes son como de la familia. Es el caso de Sartorius, que los años se te van pegando al cuerpo aunque no quieras. Justo en la ventana de al lado, Carmen Martínez-Bordiú y su nuevo macho, en este caso no ibérico, australiano, que nos enseñan en el interior sus últimos viajes a Irán y Sevilla. La siguiente pareja es Julio José y su esposa Charisse. Julio ha aprendido de su padre que la verdad oficial del amor la da «¡Hola!», aunque una vez realizado el reportaje no se vuelvan a ver hasta el siguiente posado. «Lecturas», en su línea de exclusivas. La de esta semana pone en portada a Carlota Corredera, David Valdeperas y Raúl Prieto. No sólo los colaboradores televisivos saltan a las portadas, ahora también los directores de programas . Por cierto, el reportaje está realizado en la peluquería de Manuel Zamorano, que ocupa un puesto de primera fila en su profesión, sobre todo entre las estrellas de Telecinco. Recuerdo a un joven Zamorano cuando empezaba en su pueblo de Mocejón, rondando a una decadente Sara Montiel, ofreciéndole sus servicios. Ella, que era muy aprovechada , encontró peluquero gratis, que el tema de los tintes y los peinados los llevaban en esa casa su fiel sirvienta Ana, con la ayuda de Elpidia, la hermana de la estrella. Sara afirmaba que el de Mocejón le hacía los trabajos de sus más íntimos pelines; claro, que la verdad y Sara eran dos caminos que nunca se encontraban. Me alegro por el peluquero, un luchador, una persona buena, que se ha colocado en la elite de su profesión. Atención: se anuncia «reality» protagonizado por las Carrillos. Es la demostración de que está de moda el cine de terror.
✕
Accede a tu cuenta para comentar