Ambicioso plan de infraestructuras para mejorar los pueblos de León y crear empleo

El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, presentó ayer el plan especial de infraestructuras y redes, que se debatirá el próximo lunes en el Pleno de la institución, y que está llamado a convertirse en uno de los más importantes de los que se han puesto en marcha para dar un nuevo impulso a los pueblos de la provincia, especialmente a los más pequeños, dinamizar su economía y crear empleo.

Más de 22 millones de euros contemplan esta iniciativa, con cargo a los presupuestos de este año de la Diputación, para que se lleven a cabo proyectos en los municipios de la provincia de hasta 20.000 habitantes, que además podrán ejecutarse entre este 2016 y el año que viene. Objetivo: mejorar la calidad de vida de los leoneses que viven y residen en el medio rural, ayudando a que puedan renovar sus infraestructuras y redes de abastecimiento, con especial hincapié en las más antiguas construidas con fibrocemento, que la Diputación quiere erradicar para que el amianto que hay en ellas desaparezca. Con esta mejora de las infraestructuras se quiere también favorecer la llegada de nuevas empresas y que se asienten en los pueblos y, por ende, generar riqueza. Es más, según destacaba Martínez Majo, este plan dinamizará también la economía local de cada pueblo en el momento en que se ejecuten las obras, y augura las previsiones que maneja la institución provincial es de la creación de al menos 300 puestos de trabajo, así como un impacto económico de más de 42 millones de euros, que se moverán por el medio rural leonés.

La Diputación dará un mes de plazo a los ayuntamientos para que presenten proyectos, ya que la idea es que el 30 de septiembre como máximo se estén ejecutando ya las obras en cada municipio. Y anticipará la totalidad del importe del plan a las corporaciones locales en el momento que se produzca la contratación, que harán ellas mismas. La cuantía que destina la institución provincial oscila entre los 60.000 euros para pueblos de hasta 250 habitantes y los 250.000 para los que se acerquen a los 20.000 vecinos. Martínez Majo asegura que este plan es uno de los más ambiciosos, y por ello pide a los ayuntamientos que tengan la «mente abierta» para dotar de infraestructuras necesarias a sus municipios y crear empleo.