Argüello clama por los sobrantes y descartados en la fiesta de Valladolid

Un nuevo humanismo, «para vivir una humanidad lograda de bienes y tareas», como el que hizo suyo el patrono de Valladolid, San Pedro Regalado, desde una comprensión no individualista de la persona.

Esa es la propuesta que hace el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello. La expuso en una homilía medida, en el tiempo y en la forma, con motivo de la festividad del patrono de la ciudad y diócesis de Valladolid. Para Monseñor Argüello, lo que nos está pasando es que: «así como aumentan las posibilidades productivas , crecen de manera escandalosa las desigualdades en las vidas de los descartados -muchos de ellos antes de nacer- y sobrantes, con la consiguiente invitación a que desaparezcan y no molesten».

Luis Argüello, que celebró la misa con un grupo de sacerdotes, se apoyo en la vida de este fraile franciscano del siglo XV, vecino de la ciudad, para animar también a vivir la experiencia de adentrarse en el misterio de Dios, «que nos ayuda a descifrar quienes somos».

Los cientos de fieles que llenaban la catedral, escucharon las palabras del prelado, así como el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, acompañado de algunos concejales; el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, y otras autoridades civiles y militares.

Monseñor Argüello insistió en el mensaje de encuentro y convivencia del patrono de Valladolid. En el significado y experiencia de la fraternidad, que encierra y que permite «a las personas, iguales en su esencia, dignidad y libertad, participar de formas diferentes en el bien común, de acuerdo con su capacidad».

Folclore y bolillos

Por su parte Puente explicó que los actos festivos comenzaron con la tradicional ofrenda floral en la iglesia de El Salvador.

«El día tiene muy buena pinta y el tiempo nos va a respetar», aseguró el regidor vallisoletano quien destacó las actividades previstas en el barrio de San Pedro Regalado, pero también las actuaciones musicales de la tarde, el fútbol y los toros con cortes que hicieron las delicias de los ciudadanos.

Por la mañana el mercado castellano situado en San Pablo se llenó de vecinos dispuestos a adquirir productos artesanos. Además, el concurso de pintura rápida tuvo una gran acogida, con gran número de inscritos.

La tuna de Derecho llenó de música y color las calles del centro de la ciudad invitando a los viandantes a pasar un buen rato y las jotas castellanas arrancaron los aplausos de los vallisoletanos, que tampoco se perdieron el pasacalles y el festival de folclore castellano de la tarde.

Por otro lado, más de 500 atletas participaron en la Carrera de la Ciencia, organizada por el Museo, y cientos de personas abarrotaron la Acera de Recoletos para formar parte del I Encuentro de Bolillos y Vainicas, organizado por el Ayuntamiento.