Blázquez recuerda que una sociedad se mide por el trato a los más frágiles

Miles de personas celebraron ayer en todas las diócesis de Castilla y León, con entusiasmo y devoción a la Virgen del Lourdes, el Día Mundial de Enfermo.

Miles de personas celebraron ayer en todas las diócesis de Castilla y León, con entusiasmo y devoción a la Virgen del Lourdes, el Día Mundial de Enfermo. Y lo hicieron con visitas a los enfermos en los hospitales y residencias para llevarles a los que quisieran la Sagrada Comunión, pero también con numerosas procesiones por las calles y eucaristías.

Una jornada con la que la Iglesia Católica quiere destacar la necesidad de cuidado que requieren los enfermos así como llamar la atención de todos acerca de la Pastoral de la Salud. Al respecto, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, recuerda en su carta pastoral la oportunidad que supone el Día Mundial del Enfermo para reflexionar sobre la disponibilidad existente hoy en día a ayudar a los más debilitados y advierte de que el nivel y la civilización de una sociedad se mide sobre todo por el trato de esta hacia los más frágiles. «La calidad humana de una sociedad se mide particularmente por la cercanía a las personas en situación de desvalimiento y de necesidad de ayuda», escribe en su pastoral Monseñor Blázquez.

De la misma forma, el arzobispo de Valladolid recuerda que es un signo de la instituciones, de la sociedad en su conjunto y de la Iglesia el cuidado de la denominada tercera edad, y en este sentido anima a todos a visitar a los enfermos y ancianos que viven en las residencias de mayores «porque no pueden quedar al margen de la vida». «Las puertas de las residencias no solo están abiertas para la atención pastoral sino que los visitantes también son saludados con gozo por los ancianos», sostiene el también presidente de los obispos españoles. Y a los sacerdotes, laicos y familias cristianas, Ricardo Blázquez les invita a compartir con las personas mayores la gracia de la fe y el gozo de la esperanza cristiana.

Desfile de velas y antorchas

Valladolid vivía ayer una jornada intensa y repleta de actividades para celebrar el Día Mundial del Enfermo, que concluía por la tarde con la tradicional procesión de las Velas de Nuestra Señora de Lourdes hasta la catedral, seguida por cientos de personas a pesar de lo desapacible del día. Una vez allí, el obispo auxiliar de Valladolid oficiaba una eucaristía ante numerosos fieles que abarrotaban la seo vallisoletana.

Igualmente, en León, cientos de personas se daban cita a primera hora de la tarde en el interior de la catedral de León para participar en el tradicional desfile de antorchas que cada año celebra la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes con motivo de la celebración de la festividad de la santa. Los participantes, acompañados por la Virgen, partieron del altar mayor de la catedral de León y desde allí se dirigieron a las calles de Santa Marina.

Tras el recorrido, , los participantes caminaron hasta el convento de las Clarisas, donde se cantó una salve a la Virgen antes de iniciar el camino de regreso al interior de la seo leonesa, donde el obispo de León, Julián López, ofició una eucaristía. Mientras tanto, el colectivo ya prepara la próxima peregrinación con enfermos a Lourdes, que está previsto entre los próximos días 29 de abril y 3 de mayo.