Cuatro detenidos relacionados con medio centenar de robos en pueblos de Soria

Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia dela Guardia Civil Soria han detenido en los últimos días a cuatro vecinos de la capital que serían los presuntos autores de, al menos, medio centenar de robos en la provincia. Las sustracciones se llevaron a cabo fundamentalmente en segundas viviendas pequeñas localidades poco habitadas en los últimos meses.

Las primeras detenciones se produjeron el pasado 3 de febrero con A.B.C., un varón de 39 años, y G.G., una mujer de 38 con el mismo domicilio que el anterior. Ese mismo día era detenido J.M.M.C., varón de 48 años. Por último, el jueves, fue detenida una cuarta persona, A.L.O., varón de 38 años. Todos ellos son vecinos de la capital. A los tres hombres, les constan numerosos antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio.

La subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, reconoció al respecto -una vez que felicitó a la Guardia Civil por la desarticulación de la red de robos- la preocupación que había despertado el incremento, en el último trimestre del año 2015 y el mes de enero de 2016, de robos con fuerza en segundas viviendas localizadas en pequeños pueblos, muchos de ellos casi deshabitados.

De la misma manera, animó a los agentes a trabajar para mantener el nivel de eficacia. «Sabemos de la dificultad que entraña el preservar la seguridad en una provincia tan extensa, con tantos núcleos de población y con estas características demográficas», dijo.

Según explicó el teniente coronel jefe de la Comandancia de Soria, Andrés Velarde, las primeras sospechas de la aparición en escena de este grupo de delincuentes se tuvieron ya en el mes de abril de 2015. Fueron hurtos en interiores de vehículos de pescadores que estacionaban cerca del lugar donde ejercían este deporte. Posteriormente se produjeron también denuncias de robos en merenderos, centros sociales y también alguna vivienda, tras lo cual se intensificó la vigilancia en mucho núcleos rurales, según explicó el mando policial.

Por ello, los investigadores pudieron relacionar estos delitos y llegar a la conclusión de que había muchas posibilidades de que fuera este mismo grupo el autor material de los robos. A la alarma que despertaron los primeros hechos siguió, ya en otoño, la de los recolectores micológicos que también sufrieron algún robo en el interior de sus vehículos.

Estos indicios hicieron a la Unidad Orgánica de Policía Judicial abrir una operación, a la que denominaron ‘Cañeros’ por los primeros efectos sustraídos. Con el tiempo, los botines empezaron a ser mucho más diversos puesto que los ahora detenidos fueron también los presuntos autores de robos cometidos en segundas viviendas de pequeñas poblaciones casi deshabitadas.