Trabajo
Decenas de miles de castellanos y leoneses claman por el empleo
El debate general una vez más se arrastra al ámbito más cercano. En esta caso, la ocasión lo merece.
El debate general una vez más se arrastra al ámbito más cercano. En esta caso, la ocasión lo merece. Y es que, las calles de las principales ciudades de Castilla y León se llenaron de manifestantes que aprovecharon la protesta tradicional del Primero de Mayo para, además de cargar tintas contra el gobierno central, exigir a las fuerzas políticas y sindicales de Castilla y León que aparquen diferencias y den un plus para alcanzar acuerdos. Fueron cien mil las personas que salieron de sus casas para secundar las marchas según las plataformas sindicales, algo menos de la mitad según fuentes policiales. Si bien, su voz fue un clamor para demandar soluciones para atajar la sangría de paro que sufre la Comunidad, que, pese a contar con parámetros menos asfixiantes que otras partes de España, acumula 262.000 parados, según la última Encuesta de Población Activa.
Por ello, los ciudadanos consideran, al igual que ocurre con el debate que se ha abierto en la arena nacional, que en Castilla y León, donde ya hay un alto nivel de concertación -tal como recordaba a este periódico el secretario autonómico de Comisiones Obreras, Ángel Hernández-, se debe ir un paso más allá. Una idea que secunda el dirigente sindical, quien considera que el pasado año ya se avanzaron fórmulas en el marco del Diálogo Social, aunque es posible reforzar políticas de choque para frenar la sangría.
Al respecto, el coordinador regional de Izquierda Unida, José María González, quien también encabezó la manifestación de Valladolid, demandó «un plan de choque por el empleo en Castilla y León y en todo el Estado», porque «la resignación no puede existir cuando las personas han perdido el derecho al trabajo y falta un apoyo público que mantenga la dignidad».
Por su parte, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Julio Villarrubia, quien consideró que la situación ha empeorado en el último año y apuntó que cada día de la semana se registran cien nuevos parados, tendió la mano al Gobierno de Castilla y León «para ser útiles», si bien puntualizó que, «siempre que no sea mera estrategia». Al respecto, incidió en que el esfuerzo debe ser común, dada la coyuntura: «hay que decir basta ya porque no puede continuar este destrozo que está haciendo el PP en políticas de empleo y de recorte de derechos y pérdida de calidad democrática», manifestó.
Otro talante
El reelegido secretario general de UGT, Agustín Prieto, demandaba «otro talante», en particular al Gobierno central, e invitó a todos a «trabajar por el pueblo, por el trabajo y el empleo social, contando con que hay que garantizar las prestaciones».
La protesta general se vio acompañada por reclamaciones particulares, como las de los empleados de Nissan en Ávila, los mineros y trabajadores de Antibióticos en León o los de Banco Ceiss en la ciudad del Bernesga y en Salamanca. En cuanto a la batalla de cifras, Valladolid fue la ciudad con más personas secundando la manifestación del Primero de Mayo con 40.000 según la organización y 10.000 según la Policía.
En León y Burgos, fueron 10.000 los manifestantes según los sindicatos y 3.000 y 4.000 según los agentes policiales. En Salamanca, la diferencia era algo menos: 9.000 según los convocantes y 4.000 a vista de los policías locales.
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