Política

Ponferrada

El Hospital del Bierzo y la AECC lanzan un programa para dejar el tabaco y evitar recaídas

Une psicología y medicación

Juan Ortiz junto a Tamara Prieto y varios miembros del programa contra el tabaco
Juan Ortiz junto a Tamara Prieto y varios miembros del programa contra el tabacolarazon

Ayudar a los pacientes a dejar de fumar. Ese es el objetivo de la psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) Tamara Prieto y el jefe del servicio de Neumología del Hospital de Bierzo, Juan Ortiz, que se han unido para crear un nuevo programa conjunto de deshabituación tabáquica que presentaron ayer con motivo del Día Mundial Sin Tabaco.

Esta nueva iniciativa combina las técnicas enfocadas al mantenimiento del abandono y la prevención de recaídas con un tratamiento farmacológico. «Si controlamos la parte de ansiedad que provoca el síndrome de abstinencia con un tratamiento con fármacos creemos que aumenta la eficacia», explicó Prieto.

En este sentido, los responsables del proyecto consideraron que «el mantenimiento y la prevención a largo plazo eran una parte coja» que ahora se intentará mejorar para conseguir un porcentaje de éxito mayor.

Al respecto, Tamara Prieto recordó que las tasas de eficacia del actual programa de seis semana de la AECC para dejar de fumar se sitúan en torno al 60 por ciento al acabar, pero se reduce al 30 por ciento ya en el ejercicio siguiente.

«Son conductas en las que hay que incidir», reconoció la psicóloga, que explicó que a nivel nacional el número de fumadores que han abandonado el hábito se ha reducido desde el 27 por ciento registrado en 2011 al 24 por ciento del pasado año.

En el apartado práctico, la valoración psicológica de cada paciente y su adscripción a un grupo de terapia concreto se da después de que el médico de Atención Primaria haya derivado al usuario a la consulta de Neumología, desde donde se le pone en contacto con la consulta de deshabituación tabáquica.

«La parte psicológica es fundamental para gestionar las situaciones de estrés», aseveró Ortiz, quien lamentó que los pacientes que hayan sufrido un infarto sí hagan caso del médico que les duce que deje de fumar, mientras que cuando las mismas palabras se dicen desde el servicio de Neumología o algún otro para evitar ese tipo de sucesos, el éxito no es el mismo. «Hay que encontrar el punto en el que el paciente entienda que es mejor dejar de fumar que continuar fumando, y así evitar los sustos que les hacen tomar conciencia», zanjó.