Castilla y León
La Asistencia Personal, un impulso a la inclusión de las personas con discapacidad
El servicio integral de Predif cumple dos años ayudando a los afectados a desarrollar su proyecto de vida
Aunque desconocida hasta hace poco por la población, la figura del asistente personal va cobrando fuerza poco a poco como una de las principales vías para impulsar la independencia de las personas con discapacidad y ayudarlas en el desarrollo de su proyecto vital.
Con estas premisas lanzó Predif Castilla y León hace ya dos años su Servicio Integral en esta materia en colaboración con la Junta, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y la Fundación ONCE.
Los logros desde entonces han sido muchos, acercando esta prestación a más de mil afectados y multiplicando la cifra por seis en apenas cuatro años, situando a la Comunidad como la segunda autonomía con mayor número de beneficiados, solo por detrás del País Vasco.
Según destaca el presidente de la institución, Francisco Sardón: «Gracias a la asistencia personal, las personas con discapacidad o dependientes estamos logrando tomar las riendas de nuestras vidas y podemos decidir sobre todas aquellas cosas que nos competen como personas».
En este sentido, destaca que se trata de un servicio «muy novedoso e innovador» ya que «rompe con los estándares de atención a este colectivo al ser los beneficiarios quienes tienen un papel nuclear en la prestación, puesto que deciden quién será su asistente, qué tareas realizará y cuándo».
Asimismo, resalta la importancia que cobra este servicio en las mujeres, dado que «al tener un apoyo viven con más autonomía y se alejan de ser víctimas de violencia de género».
Así, y por medio de su oficina, Predif Castilla y León ha prestado ya casi 200 servicios desde su puesta en marcha, siendo más de la mitad de las tareas solicitadas para el acompañamiento, seguido de tareas personales y asuntos domésticos.
Una de las primeras beneficiarias del servicio de Asistencia Personal desde hace casi tres años es Rocío Molpeceres y desde entonces, según asevera, «no concibo mi vida sin la asistencia personal. Me ha permitido hacer más cosas, como poder viajar, desarrollar mi colaboración asociativa y realizar más actividades de ocio, no solo con mis amigas, sino también con otras personas con discapacidad».
Por su parte, una de las asistentes personales más veteranas de la entidad es Sara Galante, que trabaja con Predif Castilla y León desde hace más de dos años, asevera que «ser asistente personal ha supuesto mi inserción en el mundo laboral, un complemento para mi formación y satisfacción personal».
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