Castilla y León

La cosecha se reduce a 4,8 millones de toneladas por efecto de la sequía

Carnero señala que la cifra supone una rebaja del 17% con respecto a la media de los últimos cinco años

El consejero de Agricultura y Ganadería, Jesús Julio Carnero, junto a los representantes de las organizaciones agrarias
El consejero de Agricultura y Ganadería, Jesús Julio Carnero, junto a los representantes de las organizaciones agrariaslarazon

La sequía ha provocado estragos en el campo de Castilla y León. Así lo indica las cifras de la cosecha de cereal que se reducirá a 4,8 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 17 por ciento respecto a la produción de los últimos cinco años.

Los datos los anunció el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, en la localidad vallisoletana de Valoria la Buena. Al respecto, mostró su preocupación por las condiciones que las condiciones meteorológicas poco favorables han tenido sobre la cosecha, que provocaron que en 2019 no se alcancen las 7,8 millones de toneladas recolectados el año anterior.

Asimismo, destacó la «incidencia desigual» que la sequía ha tenido en las diferentes zonas de nuestra Comunidad. Las más perjudicadas se encuentran en la provincia de Ávila, Salamanca y León con pérdidas de en torno al 50 por ciento. De esta forma, la mitad occidental y centro de la Comunidad sufrirán una reducción de la producción de entre el 30 y el 50 por ciento, e incluso superior en algunas zonas.

En cuanto a la zona sur, sureste y centro de Valladolid, el responsable regional de la cartera de Agricultura avanzó que las toneladas se verán reducidas entre un 30 y un 50 por ciento, y en torno al 30 por ciento en la comarca de Campos en Palencia, en La Ribera y Demanda en Burgos y en el Bajo Duero y Campos Pan en la provincia de Zamora.

Las últimas previsiones del Ministerio de Agricultura reflejan que la cosecha de Castilla y León representará un tercio de la producción nacional, que estiman alcanzará los 14,4 millones de toneladas, debido a la sequía.

Fuentes de la Consejería señalaron que el retraso de la siembra por la llegada tardía de las lluvias en noviembre provocó que no se finalizara hasta diciembre. Ya durante el mes de abril, las tormentas, un 20 por ciento por encima de la media, permitieron la distribución de fertilizantes y favoreciendo el desarrollo de la mayor parte de los cultivos.

Durante el mes de mayo, la meteorología fue adversa, por la falta de precipitaciones, al igual que durante los meses de junio y julio con un balance térmico desigual entre el Este, más cálido, y el Oeste, más frío.

Superficie sembrada

La superficie de cereal sembrada es de 1,8 millones de hectáreas, un 4 por ciento inferior a la campaña del año pasado, que fue de 1,9 millones. La principal causa se debe al aumento de la superficie segada para forraje en las comarcas más afectadas por la sequía, que casi se ha duplicado respecto al año medio. En total, se han segado 116.000 hectáreas en Castilla y León, un 70 por ciento en Zamora y Salamanca.

Por su parte, las organizaciones agrarias se mostraron más negativas y aseguraron que sus previsiones están por debajo de las ofrecida por Jesús Julio Carnero, y calificaron la situación de «catastrófica».