Valladolid

Las primeras unidades de convalencia sociosanitaria abren en la Comunidad

Las primeras unidades de convalencia sociosanitaria abren en la Comunidad
Las primeras unidades de convalencia sociosanitaria abren en la Comunidadlarazon

Castilla y León vuelve a llevar la delantera en materia asistencial. Y lo hace al poner en marcha las primeras ocho Unidades de Convalecencia Sociosanitaria (UCS) de España, antes de que acabe 2014, que ofertarán 127 plazas para atender a unas 600 personas cada año. Unas previsiones que podrían ampliarse, pero que, en todo caso tendrán continuidad para que, a lo largo de los dos años de legislatura que restan, las UCS se implanten en las nueve provincias.

Así lo anunciaron los consejeros de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, y Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, quienes detallaron que, tras la experiencia piloto desarrollada en la residencia asistida de mayores de «La Rubia», en Valladolid, se habilitarán plazas en Segovia, de manera que antes de que concluya 2013 habrá 50 listas. A ellas se sumarán otras 77 a implantar en territorio leonés, palentino, burgalés y zamorano en los doce meses posteriores. El objetivo, en palabras de la responsable autonómica de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, es «aportar una garantía de continuidad en los cuidados, así como una mayor optimización de los recursos que se prestan desde los servicios públicos».

En este contexto, indicó que estas unidades se situarán en residencias geriátricas específicas -por autorizaciones y requerimientos-, donde se atenderá a personas dependientes con procesos de enfermedad crónicos o patologías asociadas al envejecimiento, siempre que estén en condiciones de abandonar el hospital y con visos a su recuperación y siempre que no dispongan de medios para ser cuidados o residan en una vivienda con barreras arquitectónicas. Milagros Marcos insistía en que «no son plazas de residencia estándar, ni nuevas ni viejas, serán plazas reestructuradas».

Podrán acceder a estas UCS pacientes con incapacidad funcional severa o que sufran ese problema por diversos procesos neurológicos, traumatológicos, reumatológicos, cardiopatías o neumopatías.

Una vez en ellas, a partir de la derivación desde el personal sanitario del centro hospitalario y conforme a la historia social, se informará al paciente de los recursos existentes y se tramitará la solicitud para el sistema de la Dependencia, que «en una semana», según dijo Milagros Marcos, quedará resuelta. La estancia media previsible en estas UCS será de dos meses, si bien podrá llegar a los cuatro meses.

Por su parte, el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, incidió en el esfuerzo llevado a cabo por dos sistemas «distintos, heterogéneos en unas cosas y asimétricos en otras» como son el sanitario y el de servicios sociales, que se han aliado para adecuar funciones.

Al respecto, Sáez Aguado indicó que, según estudios, se cuantifican en más del 20 por ciento el volumen de estancias hospitalarias inadecuadas, que con criterios clínicos no se deberían producir, pero que tienen lugar por motivos organizativos o por motivaciones sociales. «Los pacientes deben estar en el hospital el menor tiempo y las menores veces posibles porque puede suponer inseguridad sanitaria también para ellos», argumentó el consejero.

Asimismo, indicó que la estancia diaria en estas unidades (35 euros) puede suponer hasta un 70 por ciento más barata en en un hospital (420 euros). Un hecho que, apuntó Sáez Aguado, permitirá una adecuación de camas hospitalarias, dentro de un «proceso dinámico».