Los castellanos y leoneses reciclan ya casi el 28% de sus residuos domésticos

Castilla y León volvió a incrementar el pasado año el porcentaje de residuos domésticos. De esta forma, se ha llegado a un 27,47 por ciento, al poner en valor algo más de 310 toneladas del 1,1 millones recogidas el pasado año, lo que supone un 1,45 por ciento más que el ejercicio anterior. Unos datos que ofreció el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al participar en una jornada sobre gestión de residuos desarrollada en el PRAE de Valladolid.

El consejero recalcó que el incremento viene siendo constante en los últimos ejercicios y para este año se espera alcanzar el 30 por ciento, por lo que se mostró convencido de que la Comunidad podrá alcanzar el «ambicioso», un objetivo que marca la normativa europea para que en el año 2020 se reciclen la mitad de los residuos domésticos que se recogen en la actualidad.

En este sentido, Suárez-Quiñones destacó que Castilla y León es una autonomía «comprometida» con la gestión adecuada de los residuos como demuestran los más de 260 millones de euros invertidos en los últimos años en 206 infraestructuras como plantas de tratamiento de residuos, plantas de transferencias o puntos limpios.

Asimismo recalcó, ante representantes de numerosas entidades locales castellano y leonesas, que el objetivo de la Junta es colaborar con los ayuntamientos como la primera administración responsable en la recogida, transporte y tratamiento de los residuos domésticos.

Suárez-Quiñones reconoció que Castilla y León todavía «tiene mucho que trabajar», con el fin de alcanzar los objetivos que se marcan desde Europea, donde la normativa que regula este aspecto, está siendo revisada con el fin de establecer nuevos retos y poder alcanzar en el año 2035 el reciclado del 65 por ciento de los residuos. También apuntó que las directivas comunitarias se están marcando como reto la separación de todos los residuos orgánicos en el año 2023.

Una jornada que también sirvió para que la Junta presentara a los responsables municipales una guía de buenas prácticas, debido a «que el objetivo es que con la ayuda de todos podamos mejorar la gestión de los residuos de una Comunidad que pretende ser moderna, comprometida con la economía circular y que tiene como reto alcanzar los objetivos de desarrollo sostenido que la marca la ONU».

Por otra parte, Suárez-Quiñones también recalcó la importancia que tiene la implicación de las empresas para alcanzar estos objetivos y aseguró que el tejido empresarial de la Comunidad es consciente de que una adecuada gestión de residuos, además de ser una obligación legal, también forma parte de la responsabilidad social corporativa y es una exigencia de clientes y proveedores. Por último apuntó que desde su Consejería se trata de poner en valor las buenas prácticas y recordó que recientemente se celebró una jornada que sirvió para conocer el nombre de la empresas que cuentan ya con una licencia ambiental.