Burgos

Los productores de chacolí de Burgos aspiran a tener una IGP en cinco años

La Asociación de Productores de Chacolí de Burgos aspira a conseguir en cinco años la Indicación Geográfica Protegida (IGP) que avale su calidad, ha informado Javier López, socio de Término de Miranda, la principal bodega de esa agrupación vinícola, ubicada en Miranda de Ebro.

El proceso administrativo ha comenzado y está en manos de los organismos europeos, ante los que están presentando toda la documentación relativa a la historia del chacolí en el norte de Burgos y su producción actual, ha añadido.

Se trata de un proceso «a largo plazo» cuya tramitación López ha estimado que podrían demorarse unos cinco años hasta lograr el marchamo o aval de calidad requerido, la IGP.

En todo caso, «no hay prisa» porque primero se aspira a ir consolidando la producción de chacolí del norte de Burgos, ha precisado.

Todo el trabajo para conseguir la IGP se está llevando a cabo desde la asociación, con algunos apoyos de la Junta de Castilla y León y de la Diputación de Burgos.

En este sentido, López ha señalado que la institución provincial no ha llegado a desarrollar los proyectos de investigación sobre el chacolí prometidos hace varios años.

Los productores de chacolí de Burgos, que abarcan la comarca de Miranda de Ebro y las Merindades no quieren «invadir nada» ni «imitar» al txacolí del País Vasco, ha aclarado.

El socio de la bodega Término de Miranda ha indicado que en la provincia burgalesa existe una tradición vitivinícola propia y se utilizan variedades de uva diferentes a las de la comunidad autónoma vecina.