Castilla y León
Los pueblos se vacían en favor de las ciudades, que ganan población
Muchos eligen los alfoces para instalarse, a la hora de formar una familia, a causa del precio de la vivienda.
Muchos eligen los alfoces para instalarse, a la hora de formar una familia, a causa del precio de la vivienda.
Las ciudades de Castilla y León y sus alfoces registraron un aumento del 1,96 por ciento (29.795 personas más) de su población desde que comenzó la recesión económica. En total, estos núcleos pasaron de 1.517.265 habitantes en 2007 a 1.547.060 en 2015. Sin embargo, 8.227 ciudadanos abandonaron estas áreas metropolitanas entre 2014 y 2015, lo que supone un 0,53 por ciento menos, según reflejan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por el contrario, el mundo rural perdió 14.511 personas solo entre estos dos últimos años. Desde 2007, los pueblos de la Comunidad han marcado un descenso de residentes del 9,29 por ciento, lo que se traduce en la pérdida de 85.890 habitantes. Esta tendencia descendente también la registró la población total de la autonomía, que cayó en 53.095 personas (un 2,22 por ciento) desde que comenzó la crisis, pasando de 2.528.147 ciudadanos en 2007 a 2.472.052 en 2015.
En Ávila su población en el área urbana creció un 8 por ciento mientras que en Burgos y en Aranda de Duero el aumento de población fue menor, inferior al 4 por ciento. En el extremo opuesto se situó Miranda de Ebro, con una caída del 5,78 por ciento.
En Palencia, por el contrario, la capital y sus alfoces perdieron 357 habitantes a lo largo del periodo analizado, un descenso del 0,35 por ciento. Los pueblos palentinos también descendieron un 9,51 por ciento (6.889 personas), con lo que esta provincia, en ocho años, ha visto reducir su población en un 4,18 por ciento.
Este contexto se repite, y con mayor volumen, en Zamora. Desde 2007, los alfoces de la provincia descendieron un 1,44 por ciento (1.061 residentes) y los pueblos, que en 2015 abarcaron el 52,69 por ciento de la población, bajaron un 10,29 por ciento (12.740 habitantes). En total, el territorio anotó 183.436 vecinos en 2015, 13.801 menos que en 2007; una caída del siete por ciento.
Segovia, por su parte, incrementó en un 2,07 por ciento el censo del núcleo urbano, pasando de 77.964 personas en 2007 a 79.574 en 2015. Los residentes en los pueblos de esta provincia cayeron un 4,13 por ciento durante el periodo estudiado.
Soria también experimentó un aumento de población en los alfoces del 4,82 por ciento, con 43.056 ciudadanos en 2015.
Valladolid fue la única que, desde que comenzó la crisis económica, ha incrementado el total de sus censados, concretamente en 4.267, (un 0,89 por ciento). Este aumento se debió, en buena parte, a la subida de 12.982 residentes (un 3,26%) en su área urbana.
✕
Accede a tu cuenta para comentar