Mantener y recuperar el talento que se fue y renovar equipamientos, retos en el CSIC

Recuperar el talento investigador que se tuvo que marchar al extranjero ya sea para mejorar su formación o en busca de mejores oportunidades laborales y crear un entorno adecuado para ellos; renovar ciertos equipamientos que se han quedado «obsoletos»; abordar el problema de la temporalidad y dar estabilidad en el empleo; y, sobre todo, convencer de una vez por todas a los dirigentes de que vean la investigación como una inversión y no como un gasto porque los resultados siempre revierten después en la sociedad.

Estos son algunos de los retos de futuro que se ha marcado la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Rosa Menéndez, «para no quedarnos rezagados respecto al resto del mundo». Desafíos que avanzaba durante la visita que realizaba al Instituto de Biología y Genética Molecular (IGBM) de la capital vallisoletana, donde insistía en la necesidad de desarrollar más la investigación para conseguir que el país siga creciendo. «Necesitamos más presupuesto. Un diez, un quince o, siendo optimistas, un veinte por ciento porque no nos llega para sobrevivir», advertía la presidenta del CSIC, para quien es de vital importancia que los investigadores puedan desarrollar su trabajo de una forma relajada.

Para Menéndez esto «sólo se logra con estabilidad y no expulsando a los científicos cuando se concluye un proyecto, lo que, además, impide prolongar ciertas investigaciones que dan resultados». La presidenta del CSIC avanzaba que están trabajando en la creación de la figura del investigador distinguido así como en un nuevo Estatuto de Carrera Laboral Científica, para conseguir crear empleos estables en paralelo a la figura del funcionariado.

Cáncer y alzheimer

Acompañada por el rector de la Universidad de Valladolid (UVa), Daniel Miguel, Menéndez conocía de cerca los diferentes laboratorios y la labor de los investigadores de este instituto multidisciplinar que investiga sobre los mecanismos utilizados por las células en diferentes procesos implicados en el envejecimiento, cáncer y Alzheimer, con el objetivo de determinar nuevos biomarcadores e identificar posibles dianas terapéuticas.

El IBGM cuenta con 140 trabajadores, 37 de ellos científicos (diez de CSIC y 27 de la UVa). El resto son doctores contratados, postdoctores, estudiantes predoctorales o en formación y personal administrativo y de apoyo a la investigación.