Marcos anima a innovar cultivos adaptados a las necesidades de las empresas cercanas

La consejera de Agricultura insiste en un trabajo conjunto de los agentes de la cadena del sector.

Un «cambio cultural» para el campo. Es lo que reclama la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, para hacer más competitivos las industrias y productos del sector. Y entre estos cambios apostó por innovar cultivos adaptados a las necesidades de las empresas más cercanas -recordando que Castilla y León es la comunidad española más cerealista y con más peso en la industria galletera, y esta última debe importar cereal foráneo-.

Unas reflexiones que realizaba al participar el desayuno informativo «Los grandes retos de la industria agroalimentaria en Castilla y León», celebrado en Valladolid donde también instó a los distintos agentes de cadena del sector, productores, industria y comercialización, a colaborar para conformar un sector más potente. «El reto es que se alíen para que tengan una mayor capacidad de negociación y dar así, respuesta a las necesidades de la industria».

Allí, la consejera también declaró que la Consejería se encuentra trabajando en fórmulas para buscar el asociacionismo de la industria agroalimentaria, a través de la marca Tierra de Sabor, que permita la comercialización conjunta a la hora de exportar a los mercados internacionales y que propiciaria importantes ahorros logísticos y ayudaría a «posicionarnos en los mercados más complicados». En este sentido señaló que «hay que perder ese indisvidualismo» empresarial, cambiando la metodología del trabajo y posicionarnos en «aquello que nos diferencia, nuestros productos de calidad y el valor de las personas».

Milagros Marcos también ofreció datos del sector, cuya producción agraria ha crecido en el último año un 2,6 por ciento, hasta alcanzar los 5.300 millones de euros, con un crecimiento del empleo por encima del siete por ciento. Además, indicó que el 83 por ciento de las empresas del sector cuentan con menos de diez empleados mientras que un 30 por ciento no cuentan con asalariados por los que apostó por «sumar capacidades» para buscar el beneficio común.